Un plan global centralizó fondos para desarrollar campañas previas al 14-M

El informe preliminar del Tribunal de Cuentas disecciona un Plan Global de Comunicación para los años 2003 y 2004 contratado por 23,4 millones por el equipo de Zaplana en Trabajo, con aportaciones de sus organismos dependientes, como el Imserso o la Tesorería de la Seguridad Social.

El informe no ve "cobertura legal alguna" para crear tal cóctel de fondos de organismos distintos. "Nunca llegó a ejecutarse en los términos previstos, pues las campañas desarrolladas no respondieron a la pretendida finalidad que justificó la realización del convenio, esto es, la divulgación de programas y servicios relacionados con la Seguridad Social, el empleo y los asuntos sociales, sino, fundamentalmente, a resaltar la imagen institucional del ministerio", señala el documento.

Cabe destacar que las tres campañas de publicidad ejecutadas se difundieron entre los meses de diciembre de 2003 y enero de 2004, en concreto hasta el 20 de enero de 2004, fecha en que comenzó el periodo electoral de las elecciones del 14-M. "En ese reducido periodo de tiempo, y con un número de campañas que no alcanzó siquiera a la tercera parte de las previstas inicialmente, se consumió el 80% del gasto máximo previsto para el conjunto del contrato", afirma el Tribunal de Cuentas. Entre la decena de campañas previstas por este plan que, sin embargo, fueron dejadas en el cajón figuran los siguientes temas: violencia doméstica, integración de inmigrantes, igualdad de oportunidades de las mujeres, empleo de discapacitados...

El dinero se consumió en campañas de imagen del ministerio -un tercio-, trabajadores autónomos y formación profesional. La adjudicación incurrió en varias "irregularidades", hasta el punto de que "habría debido recaer en un licitador distinto del que resultó adjudicatario".