"Javier Arenas ha hecho de la fullería el modo de hacer política"

Gaspar Zarrías (Madrid, 1955) defiende el acuerdo del impulso democrático del que se descolgó el PP en el último momento. Culpa al presidente regional de los populares, Javier Arenas, de quien dice "ha hecho de la fullería su modo de hacer política".

Pregunta. ¿Por qué cree que se ha excluido el PP del acuerdo?

Respuesta. No quiero ponerme en la piel de los representantes del PP, pero es cierto que en la mesa defendían unas posiciones, que luego su jefe, Javier Arenas, que ha hecho de la fullería el modo de hacer política, las echa por tierra. Es, posiblemente, el acuerdo más importante de los últimos años en Andalucía. Permite una mayor transparencia en la vida pública, calidad y sobre todo una cercanía mayor de los ciudadanos a la política. Quiero reconocer el trabajo de todas las personas que han intervenido en el acuerdo. De Concha Caballero y Pedro Vaquero, de José Calvo, Manuel Gracia y Luis Pizarro, de Antonio Sanz y Rafael Salas y del equipo de la Consejería de la Presidencia, porque ha sido serio y riguroso.

"La Junta de Castilla y León nos ha pedido el acuerdo sobre el impulso democrático para estudiar su aplicación"

"Hasta la ruptura del acuerdo, nuestra idea era hablar con el PP para componer una mayoría para la elección del director de la RTVA"

P. Pero ¿cuál es la causa para que no lo firmaran?

R. El PP no ha dado ninguna razón, sino excusas. Y las excusas se encuentran en la agenda oculta de Arenas, que le llevó a engañar a [Juan] Megino con respecto a la alcaldía de Almería y a que en Jerez se dé una situación esperpéntica y escandalosa. A Arenas, que cada vez tiene menos influencia en el PP nacional, le sería muy difícil de vender un acuerdo de esta magnitud en un momento en que el PP nacional está en una estrategia de ruptura y de crispación. En segundo lugar, porque vería que podía beneficiar al presidente Chaves, sin darse cuenta que beneficia a todos y a la transparencia y calidad democráticas.

P. El PP ha dicho, entre otras cosas, que es una barbaridad lo de las indemnizaciones a los directores generales.

R. Me parece una ruindad y un ejercicio de hipocresía el centrar el no al acuerdo en las indemnizaciones de los directores generales, que son indemnizaciones que podemos denominar asistenciales: 22 días por año para aquellos altos cargos que no tengan ningún otro ingreso sea público o privado. Me parece una ruindad el denigrar a los ciudadanos que nos dedicamos a la vida pública y más aún viniendo de una persona que lleva desde los 18 años en la política. Es una hipocresía porque dice que estas indemnizaciones sólo se aplican en Andalucía cuando desde el 1 de enero de 2001 este mismo sistema por cese se aplica a todos los altos cargos de la Generalitat valenciana, presidida entonces por Eduardo Zaplana. El jueves pasado todo lo referente a este acuerdo se envió a la Junta de Castilla y León, porque han manifestado su intención de estudiarlo para aplicarlo.

P. Según dirigentes del PSOE y del PP, la RTVA ha sido clave a la hora de romper porque pidieron garantías sobre el director general, el jefe de informativos y decidir qué información se cubre.

R. En el acuerdo, como tal, en ningún momento ha estado la RTVA porque la ley sigue su tramitación en el Parlamento. Lo que sí hablamos es que el PP quería participar, y nos parecía bien, a la hora de establecer la mayoría cualificada que permitiera elegir al director general. Eso nos parecía lógico. Hasta la ruptura del acuerdo nuestra idea era hablar con el PP para componer una mayoría, que queremos que sea muy superior a los tres quintos que establece la ley.

P. ¿Sigue eso vigente?

R. La seguimos manteniendo aunque esto último que ha ocurrido rompe el nexo de confianza que debe de producirse para poder llegar a un acuerdo. Cuando con meras excusas rompes, eso demuestra la catadura del interlocutor. A partir de ahora no existe la confianza. No vamos a permitir que el PP ejerza el veto.

P. Dice el PP que Arenas fue el que le propuso a Chaves regular los estatutos de los ex presidentes.

R. Arenas le manifestó al presidente que estaba absolutamente de acuerdo con que los ex presidentes de la Junta, como ocurre en la inmensa mayoría de las comunidades, tuvieran un estatus una vez que dejen de serlo y le planteó la posibilidad de que, sin negar ninguno de los elementos que estaba sobre la mesa, pudieran formar parte del Consejo Consultivo con dedicación exclusiva. Lo que está claro es que Arenas no puso ninguna pega, sino todo lo contrario, a que los ex presidentes tengan un estatus propio a la representación que han ejercido.

P. Los políticos hablan con mucho complejo de sus ingresos. ¿Ha faltado pedagogía política?

R. Estábamos todos de acuerdo, incluido el PP, en que ya que vamos a exigir una serie de obligaciones extremas en lo que se refiere a incompatibilidades y de transparencia a los políticos para conocer lo que tienen antes, durante y después en bienes, patrimonio e ingresos, eso llevara consigo una serie de indemnizaciones. Es un planteamiento que hay que hacer siempre con absoluta claridad. El PP ha cometido la ruindad de centrar, de un acuerdo de 12 apartados en los que se incluyen seis leyes, su negativa a firmarlo, cuando ellos siempre han estado de acuerdo en que ante un régimen de incompatibilidades tan estricto hay que buscar un sistema indemnizatorio que en ningún caso se puede calificar de desorbitado, sino todo lo contrario.

P. Arenas ha propuesto que los directores generales sean funcionarios de carrera. ¿Qué opina?

R. Los funcionarios son la columna vertebral de la Administración, pero no podemos negar que un agricultor, un periodista o un minero puedan ser directores generales de la Junta de Andalucía. Yo no soy funcionario, sino abogado, pero creo que no es bueno funcionarizar la política. Esa propuesta no trata de resolver el problema. A no ser que la encardine en la forma en la que él entró en la función pública, con la cual todos los andaluces podríamos a llegar a ser funcionarios. Arenas, en el año 80, era jefe de gabinete de la directora general de Juventud y Promoción Sociocultural, Carmela García Moreno, y cuando dimitió Manuel Clavero de ministro se le creó una plaza de laboral a dedo que le permitió incorporarse a la función pública. En 1984 Javier Arenas fue traspasado desde el Ministerio de Cultura a la Junta de Andalucía y hoy es laboral fijo de la Junta de Andalucía del grupo B. Si todos los andaluces pudiéramos entrar de esa forma a la función pública, pues evidentemente el problema de que los directores generales sean o no funcionarios dejaría de existir.