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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Ellas echan humo

Delicada y punzante, intimista e irónica, con un punto de elegancia en el dibujo como quien lo ha trabajado tanto que le sale al desgaire con fresca naturalidad, Zilla Leutenegger (Zúrich, 1968) presenta en Madrid su obra titulada The smokers (Las fumadoras), en la que, como es en ella habitual, se mezclan soportes y técnicas distintos, como el dibujo, el dibujo animado, el vídeo, la fotografía y lo que podríamos llamar una mecánica de "ambientación", como es la máquina que ahuma el lugar de la instalación del conjunto. En realidad, esta compleja trama de lenguajes superpuestos se van fundiendo, mejor que entremezclando, entre sí, de manera que el visitante se halla como envuelto por un fluido evanescente, pero habitado por una trama nerviosa, que le impide amodorrarse en este entorno de blanda intimidad doméstica, tan peligrosamente habitado por la soledad. El nudo gordiano de fondo de esta narración son cuatro mujeres actuales echando humo en Suecia, Rusia, Francia y Estados Unidos, como si fueran los cuatro puntos cardinales de un mismo patrón de mujer trabajadora, cuya fatiga física se subraya en su posición de estar tumbadas, pero cuya fatiga moral expele las volutas del ensimismamiento, una manera, más o menos fatal, de enfrascarse en el propio aislamiento.

ZILLA LEUTENEGGER: 'The smokers'

Galería Vacío 9

Guerrero y Mendoza, 9 Madrid

Hasta el 12 de enero de 2005

Que el principal fantasma de la modernidad es el aburrimiento -la infinita variación de lo mismo, la nadería del pasar-, ya lo proclamó Baudelaire con profética lucidez, pero nos queda el renovado apuro existencial de vivirlo cotidianamente en la posmodernidad. Zilla Leutenegger apostilla este limitado crucigrama vital sin patetismo, pero con agudeza crítica, que lo es porque escapa a los estereotipos ideológicos y se involucra en la notación sensible, en el apunte del natural con su pliegue íntimo. El humo que echan sus mujeres es como el cálido aliento en una atmósfera fría y lánguida, entumecedora, pero no cargada, porque está poblada de vacío. Hay humor, cierta ternura y mucha sutileza en este tratamiento del pasatiempo femenino, que puede cobrar tintes dramáticos, pero sin ruido, con levedad, como esfumándose-consumiéndose hacia dentro. La obra de Zilla Leutenegger es como una caricia, pero que nos deja una huella de cierto estremecimiento a flor de piel.

'Olesya' (2004). Una de las cuatro mujeres que inspiran la muestra.
'Olesya' (2004). Una de las cuatro mujeres que inspiran la muestra.

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