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La policía logra un final feliz para el secuestro de un autobús en Atenas

Dos albaneses armados se entregaron por la noche, tras retener a rehenes durante 18 horas

Dos hombres armados, de nacionalidad albanesa, secuestraron ayer un autobús con 23 pasajeros en el norte de Atenas durante 18 horas. Los secuestradores, que llegaron a pedir un millón de euros y un avión para llevarles a Rusia y que amenazaron con volar el vehículo, se entregaron sin resistencia a la policía a las 23.40 (hora peninsular española), tras liberar a los últimos seis rehenes, que retenían desde primera hora de la mañana.

Los seis últimos rehenes se fundieron en abrazos con sus familiares, que habían acudido al lugar del secuestro, en la zona de Gerakas (noroeste de Atenas), mientras la imagen era transmitida en directo por las televisiones griegas.

Los dos secuestradores se entregaron a la policía después de lanzar sus armas desde el autobús, al que entraron fuerzas especiales nada más producirse el desenlace. Según informaron las fuerzas de seguridad, los dos hombres tenían una pistola y una fusil; pero no explosivos, a pesar de que habían amenazado con volar el autobús.

En una conferencia de prensa celebrada de madrugada en Atenas, el ministro de Orden Público griego, Yorgos Vulgarakis, declaró que "la experiencia de los Juegos Olímpicos fue utilizada" por la policía para la resolución del secuestro y agradeció a los medios de comunicación su cooperación.

Los dos secuestradores fueron identificados como Leonard Muratas y Yasi Resuli, ambos inmigrantes albaneses de 23 años, por el jefe de la policía griega, Yorgos Angelakos, quien declaró que el motivo del secuestro era el económico, ya que habían pedido un millón de euros.

El autobús interurbano cubría el recorrido entre la localidad de Maratón, a unos 40 kilómetros de Atenas, y la capital griega. El vehículo fue abordado en el suburbio de Pikerni, cuando llevaba en torno a medio camino recorrido y a unos 15 kilómetros del aeropuerto internacional de Atenas. Los secuestradores efectuaron varios disparos al techo del vehículo. El chófer y un revisor lograron escapar durante los primeros minutos del secuestro y fueron ellos los que dieron la cifra de 27 pasajeros, que más tarde se redujo a 25 y luego a 23.

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El autobús permaneció detenido y cercado por vehículos de la policía con las cortinas cerradas durante las 18 horas del secuestro. En la última comunicación con el exterior, uno de los secuestradores, que dijo llamarse Hasán, dio hasta las siete de la mañana de hoy (hora peninsular española) para entregar el millón de euros que habían pedido. Interrogado en directo a través del teléfono móvil de una rehén, Hasán amenazó con "hacer estallar el autobús" antes de cortar la comunicación.

En Grecia no se vivía una situación como la de ayer desde hace cinco años, cuando en dos meses el país fue testigo de dos secuestros a autobuses. En ambos casos, una persona de nacionalidad albanesa tomó el control del vehículo y exigió dinero y un viaje seguro para regresar a Albania. En ambos casos los secuestradores fueron eliminados por las fuerzas de seguridad. En uno de esos secuestros también fue asesinado un rehén.

La imagen, tomada de la televisión, muestra a los últimos rehenes al abandonar el autobús secuestrado en Atenas.
La imagen, tomada de la televisión, muestra a los últimos rehenes al abandonar el autobús secuestrado en Atenas.AP

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