Asesinados 10 hombres de un tiro en la cabeza en Mosul

La fortificada Zona Verde de Bagdad, donde se sitúan la sede del Gobierno iraquí y la Embajada de EE UU, volvió a ser ayer, por segundo día consecutivo, el objetivo de un atentado con coche bomba. Aunque no había anoche confirmación oficial, algunas fuentes aseguraban que habían muerto siete civiles y que varias personas habían resultado heridas. Nueve iraquíes murieron el lunes en otro atentado de características similares. En Mosul, al norte del país, fueron descubiertos los cadáveres de 10 hombres, asesinados a sangre fría.

Por la tarde, la insurgencia atacó un convoy de autobuses que trasladaban a policías iraquíes desde Basora, al sur del país, hasta Bagdad. La emboscada se produjo cerca de la localidad de Salman Pak, a unos 30 kilómetros al sureste de la capital, y causó la muerte a cuatro policías, según fuentes iraquíes.

En Mosul, al norte de Bagdad, fue asesinado un miembro del Consejo Provincial de Nínive. Sinan Salem Sello, médico de profesión, fue acribillado cuando salía del hospital en el que trabajaba. El viernes pasado, otro miembro del consejo, la veterinaria Nahla Aziz al Issa, fue secuestrada por un grupo de hombres armados.

También en Mosul la Guardia Nacional iraquí descubrió los cadáveres de 10 hombres. Todos presentaban un tiro en la cabeza y vestían de paisano. Con este hallazgo son ya 150 el número de cadáveres, la mayoría de policías, encontrados en los alrededores de Mosul desde el pasado 10 de noviembre, según cifras del Ejército norteamericano.

Esta ciudad del norte, la tercera más poblada del país, es desde hace meses escenario de continuos enfrentamientos entre grupos de insurgentes y las fuerzas estadounidenses e iraquíes. Los choques aumentaron de intensidad tras la reciente ofensiva del Ejército de EE UU en Faluya.