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Polonia califica de "incidente desafortunado" la suspensión de la cumbre con España

Moratinos intenta en Varsovia trasladar a febrero la visita anulada ayer por Zapatero

El ministro de Asuntos Europeos de Polonia, Jaroslaw Pietras, calificó ayer de "incidente desafortunado" la decisión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de suspender a última hora la cumbre hispano-polaca, prevista para ayer en Varsovia, debido a la larga duración de su comparecencia ante la comisión del 11-M el pasado lunes. Es la segunda visita internacional que cancela. Las dos partes siguen interesadas en la reunión y el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, habló ayer de la posibilidad de celebrarla en febrero.

Moratinos fue el único miembro de la delegación española que llegó a Varsovia, en torno a las diez de la noche del pasado lunes, procedente de Bruselas, cuando la suspensión de la cumbre no había sido decidida todavía. La cancelación fue comunicada a las autoridades polacas cerca de las once de la noche, según fuentes españolas. El tema era delicado, porque el encuentro implicaba a seis ministros polacos -los de Exteriores, Justicia, Fomento, Trabajo, Educación y Agricultura-, que se quedaron repentinamente sin la actividad prevista, al igual que el primer ministro, Marek Belka, que tenía previsto dedicarse a Zapatero desde las ocho de la mañana a las cuatro de la tarde. El presidente de Polonia, Aleksander Kwasniewski, iba a recibir a Zapatero a las tres de la tarde. El almuerzo de trabajo organizado hubiera reunido a casi un centenar de personas.

Zapatero telefoneó a Belka a primera hora de la mañana de ayer para disculparse, y el ministro Moratinos se reunió también pronto con su homólogo, Wlodzimierz Cimoszewicz, a fin de ampliar esas explicaciones y cubrir la agenda de la cumbre bilateral que los ministros tenían el propósito de abordar en el contexto de la cumbre.

Según explicó a la prensa el embajador de España en Varsovia, Rafael Mendívil Peidro, la cancelación del viaje del presidente resultó inevitable cuando se vio que la Comisión del 11-M no concluiría antes de la medianoche, lo que implicaba que Zapatero no llegaría a su hotel en la capital polaca antes de las seis de la mañana. Su desayuno de trabajo con el primer ministro polaco estaba previsto para las ocho de la mañana. Los plazos admitían pocas adaptaciones, ya que la delegación española tenía que despegar a las cuatro en punto de la tarde, para llegar a Madrid a tiempo de participar en el debate parlamentario de la reprobación de Moratinos.

Afirma el embajador que la reacción polaca al anuncio de la suspensión fue "muy comprensiva", aunque nadie niega las muchas molestias que el incidente ha ocasionado, y muy abierta a seguir cooperando en la búsqueda del entendimiento que las dos partes consideran conveniente; sobre todo, acerca del reparto de las ayudas comunitarias y de la ampliación del techo presupuestario de la UE. Moratinos y su homólogo no lograron ayer un acuerdo sobre cómo recoger estas preocupaciones en las conclusiones del Consejo Europeo que comienza mañana, pero Zapatero y Belka volverán a intentarlo cuando se reúnan a solas en Bruselas.

"Intereses comunes"

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El ministro Pietras resumió este estado de cosas al declarar ayer que entiende los motivos del aplazamiento de la cumbre, pero que lo considera "una circunstancia desafortunada que ha impedido hablar de intereses comunes en vísperas del Consejo Europeo". El responsable polaco de Asuntos Europeos añadió que considera "necesaria" la coalición con España en la medida en que sirva al respaldo de sus intereses, y aseguró que los españoles ven el asunto de esta misma manera.

Por su similar tamaño y su estructura productiva, Polonia y España están llamadas a ser los principales competidores en la UE ampliada, y no sólo por las ayudas al desarrollo, donde Varsovia tiene la ventaja indiscutible de que su renta media es aproximadamente la mitad de la española, sino en lo puramente económico. Polonia es el principal foco de atracción de las deslocalizaciones industriales que se producen en España.

La agenda parlamentaria de Zapatero ha impedido la consolidación de un sistema de cumbres anuales que Polonia sólo tiene, además, con Alemania. Por otros problemas, oficialmente de agenda, Zapatero canceló en noviembre su asistencia al Foro de Formentor. Y el pasado día 1 anuló su visita a Moscú, que finalmente hizo la semana pasada.

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