Los portavoces de los afectados exigen que su comparecencia sea pública y televisada

La comparecencia de los representantes de las víctimas del 11-M se producirá hoy no exenta de polémica. La decisión que adoptaron todos los grupos políticos, a instancias del presidente, Paulino Rivero, de que esta comparecencia se desarrolle a puerta cerrada para preservar su intimidad y evitar en lo posible su politización ha causado malestar en los afectados, según informa Efe. Los afectados han decidido que hoy acudan Pilar Manjón, de la Asociación de Víctimas del 11-M, y Francisco José Alcaraz, de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). Ambos reclamaron que sus comparecencias sean públicas y televisadas. "Da la sensación de que quieren callarnos la boca y de que podemos ser molestos para algunos grupos", dijo Alcaraz.

Cuando el presidente de la comisión reciba hoy a estos representantes, les escuchará y tomará la última decisión en consultas con los miembros de la mesa de la comisión.

Lo cierto es que esta queja de Manjón y Alcaraz ha cogido por sorpresa a los comisionados, que aseguran haber actuado con la mejor voluntad. A este problema se añade el provocado por el cese de la portavoz prevista, Clara Escribano, por desavenencias en la Asociación de Víctimas del 11-M. El PP pronto hizo saber que no aceptaba a la designada en su lugar, Pilar Manjón, cercana a IU, actuara como única representante en esta comisión.

El secretario general del Grupo Socialista, Diego López Garrido, afirmó que las víctimas deben recibir del Parlamento "un homenaje y deben ser escuchadas en todo momento". El portavoz del PP, Eduardo Zaplana, manifestó los mismos deseos y pidió al PSOE que no trate de competir sobre "quien apoya más a las víctimas".