Orines urbanos
Leyendo la entrevista a Francesc Narváez, concejal de Servicios Urbanos de Barcelona, pienso que ninguno de sus 75 promotores cívicos ha pasado por la calle de San Pere més Baix, esquina con Jaume Giralt y Metges, un domingo por la mañana.
Si así fuera, este trozo del corazón de Ciutat Vella no olería tanto a orín humano, vómitos y demás "productos de desecho" de los participantes en las raves que casi cada fin de semana se montan de manera ilegal en el teatro okupado de esta calle.
Pero enseguida se me ocurre que estas raves que no nos dejan dormir son una "actividad lúdica" y por lo tanto justificada y tolerada por las autoridades (la Guardia Urbana no hace nada). Y pienso que entonces los que nos equivocamos somos nosotros, que no somos capaces de justificar y tolerar el ruido y la peste que nos asalta cuando salimos a la calle para disfrutar de esta Barcelona que cada vez más se parece a un parque de atracciones donde a alguien se le ha olvidado poner lavabos y cubos de la basura.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.