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La llegada de buques aumentará en 2005, según los expertos en extranjería

La llegada de buques cargados de inmigrantes subsaharianos crecerá el próximo año, a medida que Marruecos blinde sus fronteras y las del Sáhara Occidental con los medios que le ha ofrecido la Unión Europea. Ésta es la opinión de los policías expertos en extranjería consultados por EL PAÍS. "Remitirán las pateras y aumentarán los barcos, porque lo que es seguro es que la inmigración irregular no va a cesar", afirman.

Las pateras son el medio que utilizan los africanos más pobres para llegar al primer mundo (un rincón en una barquilla cuesta 500 euros). Los barcos grandes, en cambio, son utilizados por personas que cuentan con más dinero (hay que pagar 3.000 euros para conseguir una colchoneta en la bodega de un carguero atestado).

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Existe, empero, otro medio en el que pueden cruzar el Atlántico los africanos dispuestos a abonar entre 5.000 y 6.000 euros. El servicio corre por cuenta de grandes pesqueros chinos y coreanos que operan en el Atlántico Sur.

Muchos de estos navíos se prestan a desembarcar a miembros de su tripulación en los puertos del Golfo de Guinea y a embarcar en su lugar a subsaharianos que les pagan un mínimo de 3.500 euros por el viaje hasta Canarias más otros 1.500 destinados a la compañía consignataria del buque, para el caso de que la policía descubra el truco y la obligue a correr con los costes de la repatriación.

Pocos inmigrantes ricos

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Aunque se trata de casos excepcionales, no todos los inmigrantes se desplazan por razones económicas. Fuentes diplomáticas consideran un error la identificación sistemática entre el concepto de "inmigrante" y el de "pobre". Según explican, el que algunos de los subsaharianos que arriban a España vivan en cabañas en su país no es una prueba de que carezcan de dinero.

"Yo he visto una alfombra de seda de 40.000 euros, con el dibujo de las iniciales del dueño de la casa, desplegada sobre un suelo de tierra", dice un diplomático. "Que algunas personas vivan en cabañas responde más a la tradición que a su poder financiero". Otro conocedor de la zona relata que "en esos países de África hay gente que explota pequeñas minas y atesora sacos de hasta 40 kilos de oro".

Ésas son las personas que alquilan un camarote en los grandes barcos pesqueros que zarpan rumbo a Canarias. Algunas ONG han recogido sus sorprendentes testimonios.

Un ciudadano de Guinea Conakry sólo accedió a volver a su país después de que le buscaran una mansión parecida a la que había visto en la serie Dallas y le permitieran fotografiarla desde todos los ángulos con la cámara que había llevado a tal fin. Su propósito era construirse una réplica en su patria. Obviamente, casos como éste son la anécdota del drama.

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