El bloqueo al impulso democrático abre una brecha entre la dirección del PP y el grupo parlamentario

El bloqueo del PP a las medidas para el impulso democrático, después de tres meses de negociación entre los partidos, ha abierto una brecha entre la dirección regional y parte del grupo parlamentario popular. La dirección regional que preside Javier Arenas se descolgó a última hora del acuerdo a cuatro bandas, algo que no ha sido entendido por diputados autonómicos del PP, entre los que hay malestar por lo ocurrido. Este malestar es conocido por Arenas, quien ayer quiso subrayar que la dirección regional del PP y el grupo parlamentario funcionan "en plena sintonía".

Tras tres meses de negociación a cuatro bandas (PSOE, PP, IU y PA), los populares decidieron el pasado martes excluirse del acuerdo. De forma bilateral, el PP reclamó al PSOE garantías para gobernar la Diputación de Almería y un acuerdo sobre la RTVA para apoyar el acuerdo, condiciones que no fueron aceptadas por los socialistas.

A posteriori, el PP ha argumentado que el acuerdo contenía "barbaridades" cuando en las últimas semanas hablaba sólo de flecos pendientes. Para justificar su desmarque, los populares han puesto el acento en una medida que prevé que los altos cargos de la Junta cobren una indemnización (un mínimo de tres meses y un máximo de un año) cuando cesen en el cargo.

Sin embargo, los negociadores del PP (el portavoz parlamentario Antonio Sanz y el diputado Rafael Salas) nunca hicieron de este asunto un frente de batalla en las conversaciones con los demás partidos, según fuentes del grupo parlamentario popular. Esta actitud contrasta con los comentarios del secretario general del PP, Juan Ignacio Zoido, quien ha hablado de "abuso de fondos públicos".

Entre algunos diputados del PP no se entiende que el acuerdo se haya bloqueado a última hora pese a que Sanz (que ha llevado el peso de la negociación) se reunió el jueves con el grupo parlamentario para explicar por qué finalmente la dirección del partido ha decidido quedarse al margen del pacto.

Desde la dirección regional del PP se asegura que había algunas cuestiones de la negociación que no se conocían hasta el último detalle (como la fórmula elegida para indemnizar a los altos cargos) y que de ahí el rechazo y las fuertes críticas al acuerdo. Además, en la dirección regional hay cierta preocupación por el hecho de que Arenas quede como "el malo" a los ojos de los diputados del PP por negarse a dar luz verde al acuerdo.

Ningún cabo suelto

Por contra, fuentes del grupo parlamentario afirman que Arenas fue informado en todo momento de cada paso que Sanz ha dado en la negociación y que no ha quedado ni un cabo suelto que no fuera consultado con el presidente regional.

En cualquier caso, ésta es la primera ocasión en la que es evidente una diferencia de calado entre la dirección regional y el grupo parlamentario, una brecha que tiene su origen en el hecho de que los dos principales responsables del PP en Andalucía, Arenas y Zoido, no son diputados autonómicos y no tienen un contacto diario con los parlamentarios.

Para la coordinación del partido y el grupo parlamentario, Arenas ha mantenido la confianza en Antonio Sanz, quien, bajo la presidencia de Teófila Martínez, aglutinaba la tutela del partido y del grupo parlamentario.

Arenas, sabedor del malestar que hay entre los diputados del PP por la negativa a firmar el acuerdo, declaró ayer a Europa Press que entre la dirección del partido y el grupo parlamentario hay "plena sintonía". "Sería esperpéntico que la dirección regional fuera por un lado y el grupo por otro", señaló el presidente regional, quien ayer se pronunció por primera vez sobre el acuerdo alcanzado por PSOE, IU y PA.

Arenas, en declaraciones a Efe, dijo que nadie entiende que Andalucía tenga "el récord en pensiones y en sueldos públicos". El presidente del PP añadió que su partido ha sufrido "presiones y amenazas" por negarse a firmar el acuerdo y que el PP se niega a "ser un satélite del PSOE" en la comunidad.