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Sharon logra el apoyo de su partido para pactar un Gobierno con los laboristas

El respaldo allana al primer ministro el camino para emprender la retirada de Gaza

La dirección del partido nacionalista israelí Likud bendijo ayer por una amplia mayoría la alianza con los laboristas, lo que permitirá al primer ministro Ariel Sharon formar un nuevo Gobierno de coalición con la formación que lidera Simón Peres y abordar con él la aplicación en menos de un año de una decisión histórica; la retirada de la franja de Gaza y el desmantelamiento de todos sus asentamientos. Más de 2.000 miembros del Comité Central del partido nacionalista Likud, el 75% de sus componentes, acudieron ayer a las urnas para participar en la consulta.

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En el singular referéndum se trataba de dilucidar una propuesta del primer ministro Ariel Sharon que reclamaba manos libres para pactar con los laboristas un nuevo Gobierno de unidad nacional.

La propuesta, que tuvo el apoyo del 62% de los votantes, implica luz verde al plan de retirada de la Franja de Gaza y el desmantelamiento de todos sus asentamientos, incluidos otros cuatro en Cisjordania y que deberán llevarse a término a mediados del próximo año.

Las votaciones, celebradas en los Jardines de Exposiciones de Tel Aviv, se iniciaron a las diez de la mañana y finalizaron a las diez de la noche, para a continuación llevar a cabo un minucioso y tenso recuento, que dio como resultado, 1.450 votos favorables a la coalición laborista y 856 en contra, lo que representa una holgada mayoría a favor de las tesis políticas de Ariel Sharon, que podrá continuar avanzando en la aplicación de su plan de paz, el único que se encuentra activo y encima de la mesa.

La propuesta de Sharon de alianza con los laboristas trató hasta el ultimo minuto de ser torpedeada por los sectores inmovilistas del partido, que representan el 40% de los votos de la plataforma de dirección del Likud. Para estos sectores derrotar la propuesta conllevaba un doble triunfo; el derrocamiento y defenestración del líder Sharon y la paralización del plan de retirada de Gaza. El pasado mes de agosto esta misma dirección del partido bloqueó una propuesta idéntica de colaboración con los laboristas.

"Sharon nos esta traicionando", había asegurado el ex ministro sin cartera, Uzi Landau, líder del ala involucionista del partido Likud, momentos antes de la votación, mientras llamaba a sus seguidores a votar en contra de la propuesta del primer ministro. Para Landau, Sharon trata de "convertir el partido Likud en una organización laborista", pero además trata para este sector, de echar por tierra el sueño sionista de un Gran Israel. Para mayor escarnio, traiciona el mensaje bíblico al entregar parte de la Tierra Prometida a los palestinos.

El primer ministro Sharon se ha visto obligado a plantear esta alternativa, tras la crisis surgida la pasada semana en la que se rompió la coalición gubernamental compuesta esencialmente por el partido Likud y los laicos de Shinui, que votaron en contra la ley de presupuestos. El Gobierno de Sharon se quedó así en una minoría clara de 40 diputados, en un Parlamento compuesto por 120 escaños. La única posibilidad de remontar esta situación consistía en lograr una alianza con los laboristas que poseen 23 diputados, repitiendo de esta manera la experiencia llevada a término desde marzo del 2001 a febrero del 2.0003, en la que los dos partidos gobernaron juntos.

En medios políticos no se descarta que en este pacto de Gobierno participen también los ultrareligiosos sefardí, del partido Shas, que cuentan con 11 escaños más, lo que sumará en total una mayoría cómoda de 79 diputados.

Coalición fuerte

Incluso se habla de la inclusión de una tercera fuerza religiosa, Unidad del Tora y el Judaísmo con cinco diputados más. Todo ello, si consigue llevarse a cabo supondrá una de las coaliciones mas importantes y fuertes configuradas en Israel en los últimos años.

Portavoces del sector oficialista liderados por Sharon aseguraban ayer noche que el Gobierno iniciará conversaciones con el jefe de la oposición laborista, Shimon Peres, el próximo domingo y que en un plazo de diez días podría anunciarse la formación de un nuevo Gobierno, el quinto en los últimos cinco años.

En pleno debate político, los recalcitrantes dirigentes del movimiento colono, volvían ayer a manifestarse por las calles de Israel, al convocar una manifestación de vehículos, que fue desde los asentamientos del norte de Cisjordania hasta los de Ghus Katif al sur de la franja de Gaza, que están amenazados con ser desmantelados y donde viven cerca de 8.000 judíos.

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, se dispone a votar en la consulta planteada al partido Likud.
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, se dispone a votar en la consulta planteada al partido Likud.EFE

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