"Me libero de los demonios internos actuando y componiendo música"
Billy Bob Thornton tiene una sorpresa navideña: Bad Santa, un filme que rompe con todos los mitos creados en torno a la figura de Papá Noel. Tan sólo el clásico traje rojiblanco, aunque en una talla mucho menor de lo habitual, sale bien parado en esta comedia irreverente que dirige Terry Zwigoff, autor de Ghost world. El resto de la película es un homenaje a lo políticamente incorrecto. Una divertida sátira sobre la comercialización de las navidades, con agudos diálogos que arrancan las carcajadas del público. Y, por supuesto, con notas redentoras al final del negro túnel por el que se embarca el protagonista. En su estreno en Estados Unidos el pasado año, la película resultó un gran éxito crítico y de taquilla.
"Puedo identificarme con el personaje, pero también soy totalmente opuesto a él"
"Quizá realice algún día un filme independiente. Es la forma de retener un poco más el control"
"Gente de la industria con la que compartía ideas se ha vuelto muy conservadora"
El Papá Noel de Thornton bebe litros de whisky, dice tacos y vomita en la cuneta. Pierde la paciencia con los niños y poco le importa destruir sus ilusiones. Escuchar peticiones de regalos en un centro comercial no es más que un negocio lucrativo, el único trabajo que realiza al año. Cuenta con un cómplice, un enano disciplinado y cerebro de la operación, en la figura de Tony Cox. Forman una extraña pareja, con nada en común salvo la necesidad de hacerse con un botín para sobrevivir hasta la temporada siguiente.
De visita en Londres, hace unas semanas, Thornton se distancia de su papel en Bad Santa y reivindica las navidades como su periodo festivo favorito. De 49 años, padre de dos hijos y una hija de tres meses, se ha convertido en uno de los artistas más polifacéticos de Hollywood. Su alma de actor es quizá la más conocida, pero también ha cosechado premios como guionista de Sling blade, que él mismo dirigió. En los últimos años ha retomado una vieja afición, la música, y prepara el lanzamiento de su tercer disco en la primavera de 2005.
Pregunta. ¿Se necesita valor para trastocar los tabúes navideños?
Respuesta. Bad Santa es una comedia para adultos. Debe hacer reír. A la gente que se toma la historia en serio y se enoja por unos diálogos y bromas que supuestamente no se pueden decir sobre las navidades; a los que protestan porque ven en mi personaje una representación negativa de Santa Claus, sólo puedo decirles, y no sé cómo expresarlo en castellano, que se saquen el palo del culo.
P. ¿Le son familiares los vicios y frustraciones que hace brotar en su Papá Noel?
R. Sí, por supuesto. Me he visto sin dinero y en la miseria. Puedo identificarme con el personaje porque he sido un perdedor en algunas ocasiones de mi vida. Pero también soy totalmente opuesto al Santa de la película. Me encantan las navidades. Siempre me han gustado. Tengo hijos y las celebramos juntos. Yo creí en Papá Noel probablemente durante demasiados años. Hasta los 12. Un amigo me hizo ver que estaba equivocado. Me dijo que cómo era posible que un hombre fuera a todas las casas del mundo en una sola noche. Me llevé un disgusto enorme.
P. Tiene media docena de filmes en marcha, además de un próximo disco. ¿De dónde saca la energía?
R. Tengo que dar de comer a mis hijos. Mi vida es muy ecléctica, me he casado cinco veces, bueno, técnicamente cuatro, porque un matrimonio se anuló por mutuo acuerdo. Vivo ahora con mi novia y debo atender las responsabilidades. Pero también soy un tipo motivado por la creatividad. Me vuelvo loco sin un proyecto en las manos. Dicen que el arte puede ser una experiencia catártica, que ayuda a liberar las tensiones, los demonios y a la fierecilla interna, y yo creo que es verdad. Me libero actuando.
P. ¿Dirigirá otro filme o sigue censurándose en protesta por la intromisión del estudio en su montaje de Todos los caballos bellos.
R. Prefiero centrarme en la interpretación y la música. Quizá realice algún día un filme independiente, de bajo presupuesto. Es la forma de retener un poco más el control. Pero, aun así, la dirección lleva mucho tiempo y acarrea mucha tristeza. Como actor puedo pasar más tiempo en casa, con mis hijos y mi música.
P. ¿Se siente más libre componiendo canciones que escribiendo guiones o dirigiendo?
R. Sí. La gente puede comprar o no comprar un disco, pero al menos el estudio no reescribe la letra de las canciones. Un guión lo retocan hasta cinco personas distintas, lo cual no es agradable. Para mí, una letra o un guión es básicamente lo mismo. Experiencias de mi vida u observaciones personales. Ejercicios personales y muy autobiográficos. Pero, últimamente, me da pereza empezar un guión. No me puedo concentrar el tiempo suficiente y busco cualquier excusa para aparcar el proyecto.
P. ¿Entraría en política de surgir la oportunidad?
R. Me asesinarían pronto. Soy demasiado independiente, expreso abiertamente mis ideas y arremetería contra el sistema. He sido un liberal toda mi vida y gente de la industria con la que compartía ideas se ha vuelto muy conservadora. Pero también los liberales fervientes, supuestos amigos del arte, lo vuelven todo tan políticamente correcto que es imposible exponer una opinión.
Babelia
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