Doce países crean en la cumbre de Cuzco la Comunidad Suramericana de Naciones
El majestuoso templo del Coricancha, en Cuzco (Perú), la capital del imperio inca, fue el escenario ayer del nacimiento de la Comunidad Suramericana de Naciones (CSN). Doce presidentes -o sus representantes- de América Latina acordaron su creación en el marco de la Tercera Reunión de Presidentes de América del Sur, al suscribir la Carta de Cuzco. El presidente peruano, Alejandro Toledo, tuvo a su cargo el discurso inaugural. "Hoy este templo de Coricancha, vestigio de una cultura milenaria, les recibe con el corazón abierto. Somos testigos de un acontecimiento que comienza a poner alma, corazón y vida al sueño de Bolívar. Estamos aquí para cumplir el sueño de nuestros héroes y próceres", aseguró Toledo.
La Comunidad Suramericana de Naciones, inspirada en la Unión Europea, podrá tomar acuerdos de libre comercio e integrar la economía regional. Este nuevo bloque intenta integrar a más de 360 millones de habitantes, con un producto interior bruto de más de 800.000 millones de dólares y con exportaciones de 188.000 millones de dólares al año.
La conforman los cinco países andinos -Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela-, los cuatro de Mercosur -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- y Chile, Guyana y Surinam. Uno de sus mayores desafíos, sin embargo, será reducir los niveles de pobreza en la región y que sus acuerdos no se queden en letra muerta.
Expertos en la materia son escépticos frente al nacimiento de la CSN, ya que los precedentes regionales de Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones no han sido modelos de eficiencia en integración y desarrollo económico.
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