La BBC anuncia que recortará más de 2.900 empleos en tres años

La BBC presentó ayer un drástico plan de recorte de gastos con el que espera convencer al Gobierno británico de que no despilfarra el dinero público con que se le financia y de que merece renovar por otros 10 años la cédula real y el canon que rigen y pagan hasta 2007 a la corporación de radio y televisión pública del Reino Unido. El plan busca ahorrar 320 millones de libras anuales (465 millones de euros) e incluye un recorte de plantilla de 2.900 trabajadores. Otros 1.800 empleados pueden dejar de estar en la nómina de la BBC mediante la privatización de ciertas actividades.

Las líneas generales de este plan de ajuste fueron presentadas ayer por el director general de la BBC, Mark Thompson, y cuentan con el apoyo del Consejo de Gobernadores de la corporación . "No es momento para la introspección y el debate sin fin. Es la hora de actuar", manifestó Thompson en una intervención dirigida tanto al público en general como al Gobierno y a los 27.000 trabajadores que la BBC tiene repartidos por todo el mundo. "Cualquier discusión sobre el futuro nivel de la licencia [por la que se financia la BBC] está condenada a empezar preguntando cuánto podemos pagar nosotros mismos en el futuro con el objeto de ser más eficientes", explicó el director general.

La BBC se financia con un canon, la llamada licencia para el uso de un televisor, que pagan todos los hogares que disponen de ese aparato o cualquier otro que permita captar la señal de televisión -sea vídeo, DVD, ordenador personal, etcétera- y que actualmente cuesta el equivalente a 175 euros al año. La vigencia de ese canon permite a la BBC contar con una financiación extraordinariamente generosa, y que resulta competitiva por la audiencia frente a las televisiones privadas, cuya financiación se realiza a través de la publicidad o son televisiones de pago. Tanto la cédula real como el canon financiero deberán ser renovados en 2007.

El enorme poder financiero de la BBC ha disparado las críticas de la competencia, que argumenta que la corporación crece demasiado y ocupando un terreno que no le corresponde de acuerdo con su estatuto de servicio público. Se trata de una tesis ampliamente respaldada por el Partido Conservador.

La respuesta de la BBC, que se encuentra en una situación de debilidad política -después de salir derrotada en el desafío que le lanzó al Gobierno hace un año y medio en relación con las informaciones sobre la guerra de Irak y la implicación directa del Reino Unido en el conflicto- ha consistido en ponerse la venda antes de la herida e intentar convencer a la opinión pública y al Gobierno de que no despilfarra sus inmensos recursos.

El plan adelantado ayer por Thompson contempla la reducción de 2.900 empleos en tres años y recortar en un 15% el gasto en muchas divisiones, para reducir los costes en un equivalente a 465 millones de euros al año. La plantilla de informativos no se va a ver afectada por las reducciones, aunque podría sufrir bajas si dentro de tres años se considera que el recorte es insuficiente.

El ajuste se realizará fundamentalmente en el área de servicios profesionales, que perderá 2.500 de sus 6.000 empleos actuales y que incluye áreas como Finanzas, Propiedades y Negocios, BBC People, Estrategia y Distribución, Asuntos Legales, Marketing, Comunicaciones y Audiencias.

El director general expuso también su intención de poner a la venta o llegar a acuerdos de gestión conjunta de una parte importante de las tareas de producción que realizan BBC Broadcast (retransmisiones) y BBC Resources (recursos). Aunque Thompson no proporcionó cifras concretas, los medios británicos estiman que unos 1.800 trabajadores podrían verse afectados por estas privatizaciones, por lo que la actual nómina de la BBC podría verse reducida en un total de casi 5.000 empleados.

Traslado de empleados

El plan incluye el traslado a medio plazo de unos 1.800 trabajadores a Manchester, para "reconectar a la BBC con todas las comunidades del Reino Unido". Thompson propone llevar allí BBC Sport, BBC Radio Live, los programas infantiles de radio y TV, los cuarteles generales de los nuevos medios, investigación y desarrollo, y formación.

Los sindicatos Amicus, Bectu y Unión Nacional de Periodistas emitieron una nota conjunta en la que afirman que "lejos de preparar a la BBC para la renovación de la cédula, creemos que una política que requiere un recorte de empleos tan colosal, reducciones en los compromisos de programas y la venta y privatización de secciones que forman el corazón de la BBC, corre el peligro de destruir su capacidad para seguir liderando el servicio público de televisión y supone un riesgo sustancial a que la BBC siga teniendo el derecho a los ingresos de la licencia".