Más paseantes que compradores

Aparcamientos a rebosar y avalancha de público, pero en las tiendas, más curiosos que compradores. Así transcurrió la jornada de ayer en las zonas comerciales cuyos comercios decidieron abrir justo en medio del puente de la Constitución y la Inmaculada. A la espera de que el ambiente comercial se anime más hacia la recta final del puente, la mayor parte de tiendas de barrio optaron por mantener echado el cerrojo y guardar energías para la campaña de Navidad que les viene encima.

Quienes sí abrieron fueron los grandes almacenes, sobre todo en Barcelona. "Se aprovechan de que es comienzo de mes y que la gente acaba de cobrar", comentaba no sin cierta amargura el presidente de la Agrupació de Botiguers i Comerciants, Esteve Canteria, quien reivindicó como festivo el día de ayer. "Para nosotros, los pequeños comerciantes, el Día de la Constitución debería ser festivo; para servir a la gente es suficiente con abrir los domingos previos a Navidad y Reyes". Miquel Àngel Fraile, secretario general de la Confederación del Comercio de Cataluña, cree que ayer sólo abrieron los grandes almacenes y que apenas compró el 20% de las personas que salieron a pasear. "A pesar de ello somos optimistas y mantenemos nuestras previsiones de que la campaña de Navidad se cerrará con un aumento de ventas. La gente tiene confianza en que las cosas les vayan bien y comprarán, seguro que lo harán", afirmó.

Pero no sólo el centro de Barcelona quedó colapsado por compradores. Ya a media mañana quienes querían hacer sus compras en el mercado medieval de Vic o en la zona comercial de Montigalà (Badalona) sufrieron colas de hasta una hora para llegar a su destino.