Egipto libera a un prisionero israelí acusado de espionaje
Un intercambio de presos abre una nueva etapa en las relaciones entre Tel Aviv y El Cairo
Al grito de "¡hoy he vuelto a nacer!", Azzam Azzam , el preso israelí liberado ayer por las autoridades egipcias, cruzaba el paso fronterizo de Taba de vuelta a su aldea drusa en el norte del país. Su liberación, tras ocho años en la cárcel egipcia acusado de espionaje para Israel, se produjo tras la puesta en libertad de seis estudiantes egipcios, detenidos el pasado agosto como sospechosos de planificar ataques contra objetivos militares israelíes.
Azzam Azzam, un empresario textil israelí de 41 años y de origen druso, fue detenido en El Cairo en noviembre de 1996 y juzgado un año después por un tribunal egipcio. Azzam, que siempre negó su relación con los servicios secretos israelíes, el Mossad, fue condenado a 15 años de cárcel. Ayer, en su pequeña aldea natal, Mahgar, se celebró con enorme júbilo la liberación de su paisano más conocido. Su mujer, Amal, comentó emocionada: "Yo siempre decía a mis hijos que su padre estaba vivo y que pronto estaría con nosotros. Hemos vivido unos años muy duros pero ahora, gracias a Dios, podemos por fin sonreír".
Azzam, que tras llegar a Israel fue interrogado por los servicios de seguridad, agradeció la mediación del primer ministro israelí, Ariel Sharon, con el que se reunió por la tarde en Tel Aviv. Por su parte, los seis estudiantes egipcios liberados de una cárcel situada en el desierto del Néguev, al sur de Israel, fueron arrestados hace cuatro meses al intentar infiltrarse en este país y acusados de apoderarse de un carro de combate israelí y de robo de armamento. Fuentes de seguridad egipcias reconocieron que "las liberaciones se han producido de forma casi simultánea".
El intercambio de presos entre Egipto e Israel es uno de los primeros frutos de la significativa mejoría en las relaciones bilaterales y sobre todo del acercamiento personal entre Sharon y el presidente egipcio, Hosni Mubarak. Fuentes diplomáticas israelíes confirmaron que "se ha abierto una nueva y esperanzadora etapa en la cual los egipcios deben desempeñar un papel clave para asegurar el éxito de nuestra retirada en la franja de Gaza".
Sharon conversó ayer por teléfono con Mubarak, con el que estaba seriamente enfrentado desde el inicio de la segunda Intifada palestina, en septiembre de 2000, y le agradeció lo que calificó de "un gesto de buena voluntad". Mubarak le respondió: "Lo he hecho especialmente por ti". El primer ministro israelí se comprometió ante el presidente egipcio a estudiar una próxima liberación de presos palestinos.
En medios oficiales israelíes, se comentaba que el acuerdo del intercambio de presos entre los dos países "estaba listo hace semanas, pero sólo se ha aplicado tras el acuerdo de liberar a los seis egipcios y la mejora en las relaciones con los palestinos, tras la muerte de Yasir Arafat". Fuentes egipcias aseguraron que el intercambio de presos forma parte de un "paquete de medidas" en el que pueden estar incluidos acuerdos económicos, la creación de zonas industriales compartidas y el impulso para aumentar el número de turistas israelíes en el Sinaí.
El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Silvan Shalom, afirmó al jefe de los servicios de inteligencia egipcios, Omar Suleiman, que la liberación de Azzam "es un mensaje muy positivo que relanza las relaciones diplomáticas entre los dos países". En este sentido, está previsto que tras los comicios presidenciales palestinos regrese a Israel el embajador egipcio, que abandonó Tel Aviv en noviembre del 2000, en protesta por la acción militar israelí contra los palestinos.
Según los analistas, el examen más importante que Israel y Egipto han de superar para afianzar las relaciones bilaterales es el "día después" de la retirada israelí de Gaza, prevista para 2005. En las últimas semanas, se han intensificado los contactos políticos y militares a tres bandas: israelíes, egipcios y el nuevo liderazgo palestino encabezado por el presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Mahmud Abbas, y el primer ministro, Ahmed Qurei. Egipto desempeña un papel clave para conseguir que los diferentes grupos palestinos firmen una tregua que permita una transición palestina tranquila y la reanudación del proceso de paz.
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