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20 jóvenes dan una paliza a tres policías en Malasaña

Un agente se defendió con dos disparos al aire

Tres agentes de la Policía Municipal de Madrid recibieron en la madrugada de ayer una paliza por parte de un grupo de 20 jóvenes que los acorraló en la plaza del Dos de Mayo, en el barrio de Malasaña (Centro). Según un portavoz de la policía, uno de los agentes hizo dos disparos de advertencia al aire para intentar dispersar a los agresores, que sólo huyeron cuando 12 policías de refuerzo acudieron a socorrer a sus compañeros. A continuación se produjo una persecución por las calles del barrio, que terminó con la detención de cinco personas, entre ellas dos chicas menores de edad.

Los policías heridos tienen 28, 30 y 32 años. Uno de ellos recibió "fuertes golpes en la cabeza y en las cervicales", según el portavoz del cuerpo. La gravedad de sus heridas hizo necesario su ingreso en un hospital y, aunque ya ha sido dado de alta, "pasará mucho tiempo antes de que vuelva al servicio". Los otros dos agentes sufrieron heridas de carácter leve.

El altercado se produjo cuando una pareja de policías municipales controlaba el horario de cierre de un bar en la calle de Velarde (muy próxima a la plaza del Dos de Mayo) que seguía abierto a las 4.50 a pesar de carecer de la licencia requerida.

Los agentes habían estacionado su coche patrulla en la plaza y, mientras ponían la denuncia al local por vulnerar el horario de apertura, uno de ellos percibió que "un grupo reducido de jóvenes", según el portavoz de la policía, estaba golpeando su vehículo.

Los policías fueron a pedirles la documentación y entonces se vieron acorralados por unos 20 individuos que les insultaban y amenazaban. Al momento rodearon a uno de los agentes y le arrebataron "sus objetos de defensa", según el atestado policial. Luego lo tumbaron en el suelo de un golpe y empezaron a propinarle patadas y puñetazos en todo el cuerpo, especialmente en la cabeza y en las cervicales.El compañero del policía que estaba siendo agredido trató de auxiliarlo, pero pronto se vio él mismo rodeado por parte del grupo de 20 jóvenes, golpeado y tirado al suelo. Sin embargo, pudo zafarse de sus agresores y disparó dos veces al aire para intentar que se dispersasen, según un portavoz de la Policía Municipal. No lo consiguió y también recibió golpes y patadas, aunque las heridas fueron menos graves que las de su compañero.

Antes de ser agredido, este segundo agentes pudo pedir auxilio por radio, ayuda que llegó a los pocos minutos. Seis patrullas de la Policía Municipal con un total de 12 agentes, que también estaban realizando tareas de control en bares de las calles próximas, acudieron a la plaza del Dos de Mayo. Aun así, los jóvenes no se amedrentaron y siguieron enfrentándose a los policías durante unos minutos: otro de ellos resultó herido "muy leve" en la mano, según el portavoz.

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El enfrentamiento acabó con los jóvenes huyendo de la plaza y dispersándose por las calles del barrio de Malasaña. Entonces comenzó una persecución tras la cual la policía detuvo a cinco personas, entre ellas dos chicas de 16 y 17 años. Ambas pasaron a disposición del Grupo de Menores y hoy podrán regresar a sus hogares. El resto de detenidos, tres jóvenes de 19, 20 y 21 años, fueron llevados a la comisaría de Centro y hoy pasarán a disposición del juez.

El portavoz de la Policía Municipal destacó la "juventud" de los agresores y su "agresividad", y subrayó que ninguno de ellos "resultó lesionado por la actuación de los agentes". En cambio, insistió, el hecho de que los agresores fuesen tan jóvenes pudo "facilitar" su ensañamiento con los policías heridos, ya que éstos "rehusaron repeler los golpes con contundencia, para lo que han sido entrenados", a pesar de que uno de ellos tuvo que disparar al aire para evitar, en vano, que le golpeasen.

No es la primera vez que se producen altercados entre la Policía Municipal y grupos de jóvenes en Malasaña. En la noche del pasado 22 de octubre un grupo que hacía botellón en la plaza de San Ildefonso -cerca de la plaza del Dos de Mayo- destrozó un coche patrulla de la Policía Municipal, cuyos agentes tuvieron que huir para no ser golpeados. El altercado se produjo en víspera de una contramanifestación antifascista que acabó con graves disturbios en los alrededores de Gran Vía y 36 detenidos.

Según el portavoz de la policía, este tipo de altercados son "extraños, ya que lo normal es que una patrulla por sí sola disuada a los grupos que hacen botellón". Pero el hecho es que los propios agentes "han denunciado varias veces que en Centro hay zonas prohibidas para ellos, en las que no pueden entrar", afirma el portavoz adjunto del grupo socialista, Óscar Iglesias.

'Botellón'

"En los últimos años hay denuncias por agresiones a policías que patrullan las zonas de botellón", asegura el concejal socialista, "y ya ha pasado varias veces que allí se está pegando a policías y rompiendo coches".

Iglesias ve una explicación: "Se trata de tribus urbanas, que están creando zonas en las que los policías ya no pueden entrar por carecer de los equipos de protección individual necesarios", sin los cuales "no pueden realizar su trabajo".

Estos medios incluirían cascos y escudos, que "puedan garantizar que los agentes puedan acceder a estas zonas y realizar su función de hacer cumplir la ley". "No se puede consentir que de una plantilla de 6.000 agentes municipales sólo haya 40 en servicio de noche", remarca.

"El gobierno municipal no está haciendo nada para evitar que se produzcan más agresiones, no proporciona los medios adecuados y se está instalando en la propaganda", denuncia el concejal.

"Para poder actuar se necesitan cascos y escudos"

Los responsables de la Policía Municipal insisten en que altercados como el registrado ayer en la plaza del Dos de Mayo son "hechos aislados". Sin embargo, el PSOE asegura que los agentes llevan años denunciando que Malasaña se ha convertido casi en una "zona prohibida" para ellos por "falta de medios de protección".

Así, en una denuncia de noviembre de 2002, los agentes informaron de que no pudieron cumplir su misión de evitar la práctica del botellón en una plaza de Malasaña. La queja realizada a la Jefatura por parte de los agentes advierte de que para poder cumplir con su trabajo necesitan "elementos de seguridad individual, cascos y escudos para poder repeler con garantías una agresión ilegítimamente llevada a efecto cuando se ha de acudir a prestar servicio a puntos especialmente conflictivos donde se reúne gran cantidad de personas que tienen especial animadversión a los cuerpos policiales".

Otra denuncia, ésta en octubre de 2004 a consecuencia de un altercado en la plaza de los Carros, también señala que "no se pudo realizar la misión debido a la escasez [de medios de protección] indicada. No es viable el reprimir dichos actos, ya que correría peligro la integridad física de los agentes que intervienen", subraya la denuncia.

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