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Reportaje:FORD FOCUS 2.0 TDCI 5P GHIA | PRUEBA

Muchas mejoras y pocos cambios estéticos

Mejor en todo, pero con un diseño menos vanguardista que el anterior. El Focus 2005 es un coche completamente nuevo, aunque no lo parezca a simple vista. Pero afina las virtudes de su antecesor, uno de los modelos más conseguidos de su tamaño, manteniendo unos precios competitivos (desde 15.845 euros).

Una imagen demasiado parecida

Reemplazar un automóvil que ha tenido un gran éxito es un desafío difícil para cualquier marca, que se resuelve casi siempre aplicando recetas continuistas, sobre todo en la estética, en un intento por cambiar sólo lo imprescindible.

El Focus salió al mercado en 1998 y sorprendió por su imagen vanguardista y su eficaz comportamiento dinámico, dos puntos débiles habituales hasta entonces en Ford, que estaban provocando una caída de sus ventas en Europa. Fue el pionero en ofrecer una carrocería más alta de lo normal en un turismo para adaptarse al aumento de la estatura media europea. Y la adornó con detalles futuristas (faros, pilotos...) para reafirmar su personalidad. El resultado fue espectacular, con más de cuatro millones de unidades vendidas en seis años, y un cambio en la trayectoria descendente de Ford.

La segunda generación mejora todas estas virtudes, pero no lo refleja en la imagen, y su estética continuista hace que parezca una puesta al día en vez de un modelo nuevo. Pero lo es, y comparte la base mecánica (chasis, motores...) estrenada en otros coches del grupo: Volvo S40, Mazda 3...

La línea mantiene el mismo estilo en un tamaño mayor, como si se hubiera estirado el coche desde los extremos sin apenas variar el resto. Así, ha crecido en todas las direcciones: es 19 centímetros más largo, 14 más ancho y otros 2 más alto. Y los cambios aportan un aspecto más estilizado y deportivo que recuerda a los cupés. En el nuevo modelo destaca un frontal poco expresivo, unas aletas más marcadas y un portón muy inclinado hacia delante. Sin embargo, la imagen es bastante convencional y no tiene la personalidad y el carácter innovador del anterior.

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Más amplio por dentro

Al margen de su aspecto, el nuevo Focus es más amplio y práctico como familiar. El diseño interior no supone tampoco una ruptura estética, pero aplica materiales de más calidad y crea un ambiente más moderno y sugerente. Destacan los plásticos en dos tonos del salpicadero, los detalles metalizados y los ajustes. Y ofrece una calidad de acabado superior, aunque con unos paneles interiores algo pobres en las puertas.

Sin embargo, lo mejor es el aumento del espacio, tanto en las plazas delanteras como en las traseras, y con una altura interior que no agobia. El maletero es de los más grandes entre los coches de su tamaño y tiene más huecos para objetos: portagafas, una buena guantera, dos posavasos y repisa junto al cambio, apoyabrazos delantero hueco, otros dos posavasos y repisa en el apoyabrazos trasero... Además, las medidas generosas de las puertas facilitan el acceso, y Ford asegura que ha reducido un 20% la sonoridad. A pesar del toque deportivo de las suspensiones, permite viajar con una sensación de aplomo y solidez sobresaliente sin penalizar el confort.

Cuatro motores y cuatro acabados

El nuevo Ford se vende con cuatro motores: 1.6 (100 CV) y 2.0 16v. (145 CV), en gasolina, y 1.6 TDCi (109 CV) y 2.0 TDCi (136 CV), en gasóleo. Están disponibles en carrocerías 3, 5 puertas y wagon, y en abril llegará el 4 puertas y otras mecáncias. Además hay cuatro acabados: Trend, Sport, Ghia y Titanium. Todos incluyen al menos seis airbags, ABS, aire acondicionado y radio-CD.

Conclusión

El Focus es un coche muy práctico para el uso familiar. Tiene un interior desahogado con un buen maletero, un comportamiento dinámico impecable y unos turbodiésel que corren mucho y gastan poco. Además incluye un buen equipo de serie y precios ajustados.

El nuevo Focus mantiene una imagen muy similar a la del anterior. El frontal es más elegante, aunque poco expresivo. Lleva las aletas más resaltadas y unos trazos suavizados y limpios en el lateral y la zaga.
El nuevo Focus mantiene una imagen muy similar a la del anterior. El frontal es más elegante, aunque poco expresivo. Lleva las aletas más resaltadas y unos trazos suavizados y limpios en el lateral y la zaga.CÉSAR LUCAS ABREU

CUESTA CASI IGUAL, PERO SIN ESP

El Focus 2.0 TDCi Ghia tiene unos precios muy similares a los de sus competidores. Aporta un comportamiento dinámico superior a todos, aunque similar al del Citroën C4, pero con el control de estabilidad ESP opcional (650 euros), una carencia importante que la mayoría de sus rivales incluye de serie. En cambio, tiene un maletero más grande que todos ellos.

El nuevo Ford cuesta prácticamente lo mismo que el Astra 1.9 CDTi, pero éste incluye el ESP de origen, aunque tiene 120 CV y unas prestaciones inferiores. El Mégane también corre menos porque ofrece la misma potencia del Opel, pero viene de serie sin el ESP y es apenas 200 euros más barato. La diferencia con el Peugeot 307 y el Citroën C4, que montan el mismo motor turbodiésel, sube a 500 euros, pero al igual que todos los anteriores incluyen los seis airbags y añaden de serie el ESP.

MÁS GRANDE Y ATRACTIVO

El salpicadero del nuevo Focus tiene un diseño más suave y menos atrevido que prima la elegancia frente al estilo tecno del modelo anterior. La zona superior está elaborada con plásticos mullidos en tonos oscuros y la inferior aplica colores más claros. Además, el conjunto se completa con detalles metalizados en los tiradores de las puertas y la consola central, que también se ha rediseñado. Y el resultado es un ambiente limpio y acogedor. Destaca la repisa con tapa situada encima de las salidas de climatización. Y aprovecha bien la zona del freno de mano para integrar posavasos, repisas y un apoyabrazos hueco. Los tonos claros de las tapicerías del acabado Ghia mejoran la luminosidad, y el apoyabrazos central desplegable lleva dos posavasos. No hay bandejas en las puertas traseras, pero tiene dos pequeñas repisas en los laterales de la banqueta y ofrece un espacio correcto para las piernas. El maletero (385 litros) es el más grande del mercado entre las versiones cinco puertas de este tamaño y se puede ampliar abatiendo los respaldos. El diseño de la zaga imita la línea de los cupés: luneta inclinada hacia adelante y un alerón discreto. Y los pilotos en alto con formas convencionales contrastan con los del Focus anterior, pero el resto es muy similar.

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