El PNV retira en las Juntas vizcaínas su petición de parar un parque eólico

La postura conjunta del PNV y el PSE de Vizcaya de pedir la paralización del proyecto de construir un parque eólico en Ordunte se ha roto. Los nacionalistas retiraron ayer su apoyo a la propuesta presentada el pasado viernes por ambos grupos por la actuación "desleal" de los socialistas al trasladar este asunto al Parlamento. El PSE solicitó el martes en la Cámara la suspensión cautelar del proyecto.

"Están mintiendo y no estamos dispuestos a que nos utilicen en contra del Gobierno", declaró ayer el portavoz peneuvista en las Juntas vizcaínas, Iñigo Iturrate. A primeras horas de la noche, el grupo del PNV decidió retirar su firma de la propuesta conjunta presentada el pasado viernes con los socialistas ante las Juntas Generales de este territorio. En ella, ambas formaciones planteaban que las Juntas respaldasen las alegaciones de la Diputación, que exigen paralizar el proyecto eólico hasta que se realicen seis estudios sobre las afecciones.

La situación ha cambiado por la propuesta de los socialistas, ésta vez ante el Parlamento de Vitoria, de pedir también la suspensión cautelar y criticar al Gobierno. El Ejecutivo "es especialista en hacer proyectos contra los ciudadanos. Han conseguido que instituciones, partidos y colectivos" se pongan de acuerdo "en contra de éste y otros proyectos", afirmó Oscar Rodríguez, portavoz socialista en Medio Ambiente, quien resaltó la oposición al proyecto de las Juntas Generales y la Diputación.

Iturrate calificó esta iniciativa de "actuación desleal" y enfatizó "la mentira" de la postura de las Juntas y la Diputación, que todavía no se han pronunciado. El portavoz peneuvista anunció que su grupo votará contra la propuesta del PSE vizcaíno y estudiarán, "según como se desarrollen los acontecimientos", si formulan una iniciativa propia.

La de Ordunte es la instalación eólica del plan del Gobierno -que incluye hasta un total de 13 parques- que más rechazos está suscitando, después de que ya estén en funcionamiento los parques de Oiz, en Vizcaya, y Elgea y Urkilla, en Álava. Otro de los más avanzados, el alavés de Badaia, también ha provocado la oposición de la Diputación alavesa.

En el caso de Ordunte, la contestación ha unido a casi 40 colectivos y entidades, entre ellas el Ayuntamiento burgalés de Valle de Mena, que han denunciado las afecciones "severas" en vegetación y fauna e incluso que ocupa territorio de Castilla y León y Cantabria.