Roddick, la obsesión española
Tenistas y técnicos planifican de forma minuciosa cómo restar a un jugador que llega a sacar a 250 kilómetros por hora
Andy Roddick asusta. No por su juego, que también. Sino porque posee un saque que acaba marcando el ritmo del partido. O sea, no hay ritmo. ¿Cómo restarle? Esa se ha convertido en la gran preocupación de todo el equipo español. Lo que ayer pudo verse en la pista central, en uno de los entrenamientos del número uno estadounidense frente a Vince Spadea, es como para preocuparse. Roddick no sólo sacaba a una velocidad de vértigo, sino que además pegaba unos palos con su drive que impresionaban.
"El problema no es sólo tocar la bola, bloquearla y meterla dentro", explica Joan Bosch, entrenador de Carlos Moyà. "Con eso no basta. La cuestión es que a Roddick no le puedes dejar una bola corta o demasiado alta porque te la mata. Así que no queda otro remedio que restarle bien y después jugar el punto, porque es un jugador capaz de aguantar los peloteos a muy buen ritmo". ¡Cuántas dificultades! Para muchos, el de Roddick no es el mejor saque del circuito. "El más rápido sí, sin duda", dice Jordi Arrese, uno de los capitanes del equipo español. Hay otros tenistas, como el australiano Wayne Arthurs, cuyo saque es mucho más imprevisible: son capaces de cambiar la dirección, el efecto, abrir ángulos en cada servicio. "Sin embargo, a Arthurs sólo hay que ponerle la bola en juego. El resto lo pierde él solito", dice Bosch.
Verdasco: "Yo no supe cómo restarle; le hice un 'break' y fue como parar cuatro penaltis"
El restador no ve la bola en un 30% del recorrido de ésta, pero en tierra se frena un 10%
El caso de Roddick es muy especial. No hay dos como él. Este año llegó a la final de Wimbledon basándose en su servicio. Y perdió en la disputa del título después de romper el récord de velocidad del torneo (lo dejó en 234 km/h), conectar 11 aces y ganar un total de 41 puntos directos con su saque. Aquella vez tenía enfrente a un tenista del calibre del suizo Roger Federer, al que la mayoría ya rinde pleitesía. "Hice más de lo que pude", reconoció entonces Roddick, "pero no fue suficiente". Sí que se bastó con este golpe para conseguir imponerse a Juan Carlos Ferrero en el Open de Estados Unidos del año pasado, para vencer a Carlos Moyà en tres ocasiones, a Tommy Robredo, en otras siete, y a Rafa Nadal, en la única vez que se han enfrentado. En total, Roddick lleva un balance contra los cuatro españoles que jugarán en Sevilla de 12-0.
Y la ilusión está puesta en ganarle al menos una vez. Parece el único camino para conseguir levantar la Copa Davis. "Yo no encontré la forma de restarle", reconoce con humildad Fernando Verdasco, otra de sus víctimas españolas. "Perdí por 6-3, 6-2. Le hice un break y aún no sé cómo. Fue algo así como parar cuatro penaltis seguidos: un acto de suerte". "Restarle es una lotería", agrega Feliciano López, el tenista español con mejor saque. "Mi opinión es que debes retrasar un poco tu posición habitual, porque, si no, no te da tiempo, te encuentras la bola encima". Y Tommy Robredo, que nunca ha logrado ganarle ni una manga, apunta: "¿Cómo restarle? Como se pueda. Pero debes devolver la bola y hacerle jugar en el fondo. En tierra puedes situarte más lejos de la línea de fondo, pero debes variarle constantemente el resto, que no pueda intuirte".
En altura, su mejor saque habría alcanzado los 252 km/h, según los expertos. A nivel del mar y en tierra batida, el impacto en la arena puede frenar la bola en alrededor de un 10%. No es mucho, teniendo en cuenta que el restador no ve la bola en un 30% de su recorrido. Es una cuestión de intuición más que de otra cosa. Y lo más grave es que Roddick suele mantener unos porcentajes que rondan el 60% en los primeros saques. "Digamos que en tierra y en las condiciones de esta pista central de Sevilla, en lugar de no verla llegas a tocarla", ironiza Joan Bosch. "Nadie sabe restarle si está en su mejor nivel. Lo que hay que esperar es que no esté muy acertado, saber intuir dónde suele sacar en los momentos de máxima presión y arreglártelas como puedas para devolver la bola. Y no descuidarte en los segundos saques".
"Hay que estar muy vivo", analiza Antonio Martínez Cascales, entrenador de Juan Carlos Ferrero. "Relajado, pero muy efectivo. Si estás tenso no la verás venir. Así que hay que buscar el equilibrio: relajación para limpiar los sentidos y activado para reaccionar con prontitud. En pistas rápidas debes meterte más adentro para cortar ángulos. Pero en tierra puedes colocarte incluso 1,5 o 2 metros por detrás de la línea de fondo. Eso te da un poco más de tiempo de reacción".
El saque de Roddick crea controversias, obliga a análisis muy profundos de todos sus rivales y sus entrenadores y acaba sembrando frustraciones. En Sevilla se han buscando las peores condiciones para él. Pero restarle seguirá siendo el gran problema del equipo español.
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