"No será fácil ganarme, sé lo que es sufrir"

Cuando se habla de él todo el mundo le da como la víctima propiciatoria de esta final de la Copa Davis. Mardy Fish (22 años, Edina, Minnesota), no tiene un gran historial. Es el 37º jugador mundial y ha logrado anotarse sólo un torneo (Estocolmo, 2003) y disputar otras seis finales en su carrera profesional. Sus dos puntos son considerados fundamentales... para el equipo español. Sin embargo, este año Fish sorprendió a todo el mundo al alcanzar la final en los Juegos de Atenas. Es un buen jugador de equipo. Y libre de presión, se ve capaz de dar alguna campanada.

Pregunta. Con 26.000 voces chillando contra ustedes y jugando en tierra batida, ¿cuáles cree que son sus opciones de ganar la Copa Davis?

"Yo jugaré sin presión, porque todos confían mucho en Roddick y en los hermanos Bryan"

"Me sorprende llevarme tan bien con Andy, porque estamos juntos desde los diez años"

Respuesta. Será difícil. Pero estamos contentos de estar en la final y contamos con Roddick, que es uno de los mejores jugadores del mundo, y con los hermanos Bryan, que forman un gran doble. No sé qué ocurrirá. Tenemos mucha confianza en nosotros mismos. Sin embargo, está claro que si cierras los ojos y piensas: ¿quién es el rival más duro?, la respuesta es España. Sé que Ferrero no ha jugado a su mejor nivel esta temporada, pero sigue estando entre los mejores del mundo. Moyà está en un excelente momento. Y juegan en casa, en tierra batida y en una pista inmensa.

P. Así que se presenta muy difícil para EEUU.

R. Desde luego. Pero no tenemos que ganarles en todos los partidos. Todos podemos ganar algún punto. Nos sentimos seguros porque Roddick y los Bryan no han perdido ni un set este año en la Copa Davis. Y en las tres eliminatorias anteriores hemos cedido sólo un punto.

P. ¿Cuál cree que va a ser su papel? ¿Se da por hecho que perderá sus dos partidos?

R. Soy el número dos de mi equipo y eso me obliga también a dar lo mejor de mí mismo. Sé que me enfrentaré a dos grandes jugadores, pero ganarme no les será fácil. Llevo ya siete partidos en esta competición y sé lo que es sufrir. Gané a Mirnyi [jugador de Bielorrusia] en las semifinales y adquirí mucha experiencia. Además, esta vez podré jugar sin presión: todos confían mucho en Roddick y en el doble.

P. Una de las cosas que más se destaca de este equipo estadounidense es la amistad que les une. ¿Es cierto?

R. Somos amigos. Nos sentimos como una piña. Estamos muy unidos. Y Patrick McEnroe, el capitán, es uno más de este grupo. Con Roddick he estado muy cerca a nivel personal desde los 10 años, en que empezamos a jugar juntos. En cuanto a los hermanos Bryan, nos vemos muchas veces. La última vez cenamos en casa de Andy y estuvimos los cuatro entrenándonos juntos todo el fin de semana. Nos divertimos juntos, hablando de todo lo que suelen hablar unos amigos. Para nosotros éste es un factor muy importante, porque sabemos que cuando uno gana no lo hace para sí mismo sino para todos los demás. Sentirnos tan unidos nos da mucha fuerza.

P. ¿Siempre ha sido tan buena su relación con Roddick?

R. Bueno... Él se marchó a Florida a los 10 años y coincidimos muchas veces en los torneos infantiles. En ocasiones nos queríamos matar el uno al otro. Pero sí, seguimos siendo amigos. Y me sorprende después de tanto tiempo.

P. Usted ya ha vivido un enfrentamiento contra España, en Santander en 2000. Entonces iba como acompañante de aquel equipo que capitaneaba John McEnroe.

R. Fue una gran experiencia. Lo pasé fenomenal. Santander me pareció una de las ciudades más bonitas que conozco, tal vez porque en ella viví una situación idílica. Me sorprendió la reacción de los aficionados en la pista, la tremenda ilusión con que acogieron la victoria. Esta vez no se lo vamos a permitir.

P. ¿Qué le parece la pista?

R. Es enorme. Muy grande. Nunca hemos jugado ante tanta gente. Será una experiencia muy excitante para todos nosotros. Por lo demás, tal vez es un poco lenta. Pero a mí me gusta la tierra batida. Juego mejor en rápidas, porque en Estados Unidos hay pocas pistas de tierra. Pero me siento a gusto. Y espero dar alguna sorpresa.