Joan-Lluís Lluís fabula sobre el poder y la sumisión en 'El dia de l'ós'
Prats de Molló es, en la novela de Joan-Lluís Lluís (Perpiñán, 1963) El dia de l'ós, un lugar donde a los suicidas se les somete a juicio y escarnio público, un pueblo en que está vigente el destierro y que vive temeroso de una leyenda según la cual el día que regresen los osos a sus montañas y uno de ellos haga el amor con una virgen, los franceses marcharán. En clave metafórica y con una lectura política evidente, Lluís fabula en este libro sobre el ejercicio del poder y el deseo de sumisión, la cobardía y la rebeldía.
De alguna manera, El dia de l'ós es una prolongación del ensayo Conversa amb el meu gos sobre França i els francesos, donde Joan-Lluís Lluís daba cuenta de la incomodidad de su condición de catalanohablante en la zona del sur de Francia, la Cataluña norte. Pero el autor matiza: "Es evidente que se puede hacer una lectura política de la novela, pero yo he tratado de escribir, sobre todo, una serie de retratos de personajes y describir una geografía, un ambiente y una sociedad". Se trata de una sociedad cerrada, un pueblo que funciona de modo tribal y que no tolera la disidencia, característica que lleva a una madre y una hija a una situación límite, al borde mismo de la locura y la inmolación.
La presencia militar francesa determina la vida de Prats de Mollo, un anacronismo que Lluís explota a fondo: "Los militares marcharon en 1945, pero utilizándolos en el libro he querido encarnar un estado mental de sumisión que existe en la zona desde el siglo XVII. La represión ha desaparecido, pero aún se viven las consecuencias".
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