La disidencia cubana confía en la rápida puesta en libertad de 19 presos políticos
Los opositores esperan que el nuevo clima entre Madrid y La Habana les favorezca
La disidencia cubana y las embajadas europeas en La Habana creen posible la excarcelación de un número significativo de prisioneros políticos del denominado Grupo de los 75, tras el reagrupamiento inesperado de 19 de ellos, el viernes, en el hospital de la prisión del Combinado del Este de La Habana. El sorpresivo y rápido movimiento de los opositores para realizarles exámenes médicos ha levantado grandes expectativas en medios disidentes, en los que se piensa que las autoridades podrían dar luz verde a las liberaciones, y pronto.
Blanca Reyes, esposa del poeta y periodista opositor Raúl Rivero, condenado en abril del año pasado a 20 años de cárcel por "conspirar" con Estados Unidos, pudo hablar telefónicamente con Rivero el sábado por la noche en el Combinado del Este. "Le comenté lo que se decía, que los iban a soltar muy pronto, y me respondió que allí no se sabía nada", dijo Reyes, quien manifestó sus esperanzas de que el nuevo clima de diálogo entre Cuba y España pueda favorecer que su marido y otros opositores sean puestos en libertad. "Es la primera vez que tengo expectativas", afirmó.
Reyes declaró que un oficial de la seguridad cubana le confirmó el fin de semana que podría ver a su marido antes del miércoles y dijo que Rivero se encontraba bien de ánimo. "Hablamos unos minutos. Me pidió que le llevase jabón, ropa interior y café, y cuando le comenté que algún periódico español había dicho, incluso, que ya estaba todo listo para que él saliese de la cárcel para España, soltó una carcajada".
Según Reyes, ni a Rivero ni a ella se les ha acercado nadie de la Embajada española ni del Gobierno cubano para ofrecerles una salida de este tipo, aunque aclaró: "Raúl lo ha dicho muy claramente: él es periodista y poeta, no un político. Y desde luego, para quedarse tiene que poder trabajar y escribir, que es lo que le gusta y quiere hacer".
Exámenes médicos
Como Reyes, las esposas de otros opositores están esperanzadas, aunque no existe ninguna seguridad de que las liberaciones se vayan a producir finalmente. Darelis Velázquez, esposa de Héctor Raúl Valle, condenado a 12 años, pena que hasta el viernes cumplía en la prisión de Quivicán, también pudo hablar con su esposo en el Combinado del Este. Afirmó que está junto a seis opositores en la misma sala y que les están realizando exámenes médicos, pero que ninguno sabe en realidad lo que está pasando.
El líder del Proyecto Varela, Oswaldo Payá, confirmó que son 19 los opositores reagrupados en el Combinado del Este, algunos de los cuales ya se encontraban en el hospital de esa cárcel. Payá, como otros disidentes, señala que este movimiento de prisioneros es "inusual". Tanto por el número de los traslados como por la premura con que éstos se han realizado -en anteriores excarcelaciones, someter a los reos a exámenes médicos ha sido una práctica habitual-, se piensa que podría ser la antesala de la liberación de un grupo significativo de presos.
En medios diplomáticos europeos existe la misma percepción, aunque el tema es tratado con mucha cautela. "Todavía estamos en un terreno de puras especulaciones. Lo importante es que salgan los presos", afirmó un embajador europeo en La Habana. Otro diplomático opinó: "Si estamos ante un movimiento en falso o no, eso sólo lo saben las autoridades. Lo que sí parece claro es que hoy estamos más cerca que antes".
El traslado de los presos ocurrió inmediatamente después del restablecimiento de los "contactos oficiales" con la Embajada española en La Habana, decidido de modo unilateral por el Gobierno cubano. Y también mientras los embajadores europeos en Cuba redactan un informe, a petición de Bruselas, sobre las medidas que podrían adoptarse para "reestructurar" el diálogo con la oposición cubana, en sustitución de la actual política europea de sanciones, entre ellas la de invitar a los disidentes a la celebración de las fiestas nacionales en las embajadas de la UE. Analistas cubanos afirman que, con presiones, Cuba nunca ha accedido a excarcelar prisioneros. En cambio, dicen, cuando los focos no alumbran el escenario y se relajan las tensiones, todo es posible. Quizá por eso hoy en La Habana la palabra que mejor se conjuga con expectativa y esperanzas es discreción.
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