Educación rebajará las subvenciones a las guarderías privadas
Educación rebaja la financiación para homogeneizar el coste de las cuotas en ambas redes
Las guarderías privadas concertadas recibirán una subvención inferior del Departamento de Educación desde este curso. El objetivo de esta medida es evitar la competencia desleal que hacen a las escuelas de la red pública integradas en el consorcio Haurreskolak, formado por el Gobierno y los ayuntamientos, al ofrecer matrículas más bajas. Según el departamento, los centros privados no emplean las subvenciones que reciben del Gobierno en homogeneizar las cuotas con la red pública como se planteó desde el principio, sino que las destinan a otros cometidos.
Aún a riesgo de perder dinero en este primer ciclo de la educación, estos centros prefieren cobrar una matrícula más barata porque consiguen más niños de cero a tres años y, al tratarse en muchos casos de centros integrales, que ofrecen niveles de enseñanza hasta el Bachillerato, logran retener a los pequeños hasta el final. Se aseguran la futura afluencia de alumnos, lo que supone un equilibrio económico final. Los colegios privados concertados escolarizan actualmente al 56% del alumnado de Euskadi.
Para los cursos 2002-2003 y 2003-2004 el departamento publicó una orden de ayudas a las escuelas privadas con los mismos criterios para conceder el dinero que a los centros de Haurreskolak. Educación fijó en 6.055 euros anuales el coste de una plaza para un niño de cero a dos años. El objetivo de la consejería es llegar a pagar hasta el 60% de esa cantidad como máximo en el curso 2005-2006, tanto a las escuelas del consorcio Haurreskolak como a las privadas. Hasta ese último curso, la subvención es gradual y va en aumento.
Al concluir el curso 2003-2004, el equipo de inspección del departamento ha realizado un control y una evaluación pormenorizada de todas las aulas subvencionadas, comprobando la disparidad existente en las cuotas que se cobran a las familias, a pesar de que las dos redes reciben el mismo dinero, según explica el viceconsejero de Educación, Abel Ariznabarreta. Mientras que todos los centros de Haurreskolak cobran 180 euros al mes (el 30% del coste anual de una plaza) por un servicio que abarca de cinco a ocho horas de atención a los niños y 135 euros mensuales por menos de cinco horas, las guarderías privadas tienen matrículas muy inferiores.
El único instrumento de que dispone el departamento para conseguir que todos los centros se acerquen a la misma cuota pasa por la convocatoria de ayudas a las escuelas privadas. En su orden del pasado 9 de noviembre, introduce un elemento corrector fundamental, al conceder las subvenciones en función de la matrícula que tenga cada centro privado y no como hacía hasta ahora, basándose en su cálculo de 6.055 euros por niño y año.
Compromiso
Aunque reduzca la subvención, el departamento mantiene su compromiso de financiación de llegar al 60% como máximo en el curso 2005-06. "Si la guardería privada parte de una cuota de 90 euros y no de los 180 de Haurreskolak, no saldrá el coste de 6.055 euros al año, con lo que la financiación del departamento será menor", precisa el viceconsejero.
Ariznabarreta señala que la privada cobra menos porque las subvenciones a las que accede a través de las convocatorias públicas no se utilizan para equilibrar las cuotas con la red pública, sino para resolver otro tipo de situaciones, que pueden ir desde pagar deuda a aumentar el sueldo a los profesores. "Hay una competencia desleal muy clara. La realidad es que juegan con las cuotas para atraer niños. En muchos casos se trata de colegios que ofrecen el resto de tramos educativos y lo que pierden al principio, lo ganan después al mantener a los estudiantes", asegura.
Según los últimos datos, Euskadi suma 50.000 niños de cero a tres años y existen plazas para 27.000. Mientras que en el tramo de dos a tres años la escuela pública se impone a la red privada al disponer de mayor oferta, la tendencia se invierte en los tramos inferiores.
¿Y por qué Haurreskolak no rebaja sus cuotas? El viceconsejero apunta que el coste de un aula es estándar y los 180 euros que pagan los padres en Haurreskolak supone el 30% del coste total, tal y como figura en el Plan de Familia, del que emana esta iniciativa. "Se trata de un tramo no obligatorio", recuerda, "y el contexto en el que se inscribe es el de ayudar a compatibilizar trabajo y familia. Por eso, tienen prioridad las familias donde trabajan padre y madre. Si hay rentas bajas, entran en juego las ayudas específicas y las becas".
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