La polémica lingüística reúne en Valencia a miles de personas en una manifestación de tintes ultras
García Sentandreu arremete contra el Consell, el PP y la Acadèmia Valenciana de la Llengua
Miles de personas, 40.000 según la Policía Local y 700.000 según los organizadores, se congregaron al mediodía de ayer en la Plaza de San Agustín de Valencia en una manifestación convocada "en defensa de la lengua valenciana y contra la intromisión de Cataluña", lema que recogía la primera pancarta de la marcha. La polémica lingüística desatada a raíz de las traducciones de la Constitución Europea entregadas por el Gobierno en Bruselas y aireada por el Consell desde el Palau de la Generalitat fue la espoleta capitalizada por diversos grupos ultras para convocar la manifestación.
Coalición Valenciana capitaliza el "plebiscito" y ofrece a su presidente como referente político
"Llengua valenciana, mai catalana", "Carod fill de puta" y "Puta Cataluña" fueron los lemas más coreados por los participantes en la marcha que discurrió a lo largo de las calles de Xàtiva, Colón y Navarro Reverter hasta desembocar en la Plaza de América.
Coalició Valenciana, Grup de Acció Valencianista o España 2000, formaciones que carecen de representación institucional, y una pléyade de entidades culturales blaveras convocaron la marcha contra la supuesta "intromisión" del Govern de Catalunya en la definición de las señas de identidad valencianas.
El escaso eco de las consignas coreadas contra el PP puso de relieve la notable presencia de votantes del partido mayoritario en las Cortes Valencianos entre los participantes.
Juan García Sentandreu, presidente de Coalición Valenciana, capitalizó la protesta con un virulento discurso en el que arremetió sin distinciones contra Josep Lluis Carod-Rovira, secretario general de Esquerra Republicana de Catalunya; Pasqual Maragall, presidente de la Generalitat de Catalunya; José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno; Francisco Camps, presidente de la Generalitat; el PP de la Comunidad Valenciana; y, sobre todo, contra la "Acadèmia Valenciana de la Llengua catalana".
Sentandreu fue acompañado en primera fila por la histórica militante anticatalanista Dolores García Broch; el secretario general del Sindicato Independiente Fermín Palacios; o el antiguo militante del PP, Joaquín Corredor. Los organizadores destacaron la adhesión de la "maestra de periodistas" María Consuelo Reyna.
No asistió ningún cargo público ni orgánico del PP. Joaquín Lanuza fue el único ex dirigente de Unión Valenciana que se dejó ver en la concentración. El servicio de orden de la marcha corrió a cargo de militantes de la formación ultra España 2000. La marcha discurrió sin incidentes y mucha lentitud en su arranque hasta desembocar en la Plaza de América a las dos de la tarde, donde García Sentandreu arengó a los asistentes desde el Pont de la Mar.Manuel Latorre, presidente del Grupo de Acció Valencianista, presentó a García Sentandreu, presidente de Coalición Valenciana, como el hombre capaz de aglutinar electoralmente el sentir de los manifestantes. Latorre aludió a la manifestación celebrada en Valencia en junio de 1997 a raíz de la sentencia del Tribunal Constitucional que admitía que el valenciano fuera denominado catalán en ámbitos académicos para afirmar que ayer se produjo "un punto de inflexión" en la historia del valencianismo.
Los manifestantes coreaban consignas contra Maragall, Carod-Rovira, Zapatero y la unidad del catalán. El presidente de Coalició Valenciana, exultante, aprovechó la ocasión para arremeter a diestro y siniestro. "Esta manifestación es la voz del pueblo valenciano que por encima de las adscripciones ideológicas y partidistas, ha dicho basta a las agresiones de Cataluña y a la genuflexión del Gobierno de Zapatero", clamó.
El abogado anticatalanista pidió a los concentrados que guardaran en la retina la nómina de los ausentes y aseguró: "El pueblo valenciano le ha dado una lección al Gobierno valenciano". El Consell, según García Sentandreu, "en lugar de estar aquí con nosotros ha preferido el manifiesto, la rueda de prensa y el comunicado".
El presidente de la Generalitat también fue condenado en la diatriba. Según el presidente de Coalición Valenciana, los valencianos esperaban "una actitud más seria y contundente contra el Gobierno del tripartito catalán y contra el Gobierno nacional". La concentración fue identificada como "un plebiscito". "El sitio para defender el valenciano es en la calle, no en las instituciones, donde no sirven de nada las ruedas de prensa y los canapés", reiteró el presidente de la Coalición Valenciana.
Capítulo aparte mereció la Acadèmia Valenciana de la Llengua, la institución creada por las Cortes Valencianas con respaldo del PP y el PSPV para poner fin a la vertiente política de la polémica lingüística y ceder a los expertos la potestad normativa sobre la lengua. García Sentandreu pidió la derogación de la ley de creación, identificó la institución con un "nido de calanistas" que viven de "nuestros impuestos" y denunció la pretensión de aprobar cualquier denominación conjunta de valenciano y catalán.
La polémica de la lengua, apaciguada desde el acuerdo político de creación de la Acadèmia, ha cobrado relevancia a raíz de las protestas del Consell y, singularmente de su portavoz, Esteban González Pons, ante la decisión del Gobierno central de comunicar a la Comisión Europea que las traducciones valenciana y catalana de la Constitución Europea son idénticas.
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