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El PP insta a Zapatero y Marín a "no violentar la legalidad con una cacicada"

El Partido Popular apeló ayer "a la sensatez y el sentido común" del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y del presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín, para "no violentar la legalidad con la cacicada antidemocrática de pretender votar de nuevo un proyecto de ley que ya no existe, porque ha decaído".

Así de solemne se pronunció ayer Eduardo Zaplana, portavoz del PP en el Congreso, para argumentar que el proyecto de ley orgánica de reforma del Consejo General del Poder Judicial fue rechazado el jueves, y decayó, por no tener votos suficientes: faltaron 35 para alcanzar la mayoría absoluta de 176 escaños que exige una ley orgánica.

Zaplana subrayó que "el Gobierno y sus socios eligieron, con la oposición del PP, el método de lectura única" para aprobar la ley que iba a ampliar la mayoría necesaria (de mayoría absoluta a otra de tres quintos) para nombrar altos magistrados (presidentes de Sala, magistrados del Supremo y presidentes de Tribunales Superiores de Justicia). Ese método especialmente rápido está regulado en el artículo 150 del Reglamento del Congreso que prevé que "el conjunto del texto se somete a una sola votación". Si es aprobado, pasa al Senado. "En caso contrario, quedará rechazado". Esto, subraya el PP, es lo que ha ocurrido. Las prisas obedecen a que a partir del 1 de enero se renuevan altos magistrados y el Gobierno quiere que se nombren con su nuevo método de mayoría de tres quintos.

Al PP también le tumbaron una ley en la anterior legislatura a pesar de su mayoría absoluta. Fue en abril de 2001 con la Ley de Tráfico, que ni siquiera era orgánica. Faltaron muchos diputados del PP, el Gobierno perdió la votación y tuvo que elaborar otra normativa al respecto.

Inconstitucionalidad

Y eso, según Zaplana, es lo único que puede ocurrir ahora. Lo demás serían "cacicadas antidemocráticas e ilegales" que el PP llevaría al Tribunal Constitucional al considerar que se aprueba una ley "con un vicio de origen" que consiste en "votar algo que legalmente ya no existe".

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Tampoco es posible, según el PP, que se modifique el orden del día del Pleno de la próxima semana para incluir ninguna nueva votación. "No debería serlo", argumenta Zaplana, porque hace sólo cinco semanas el PP no logró una modificación del orden del día. Esgrimió el artículo 68.1 del Reglamento (el mismo que ahora invoca el PSOE) para pedir que se votase una condena por la expulsión de Cuba del diputado popular Jorge Moragas. Entonces, los demás grupos invocaron que es costumbre inveterada en el Congreso no modificar un orden del día del Pleno si no hay unanimidad. Y ni la hubo entonces ni puede haberla ahora. "Pero eso no es lo relevante", enfatizó Zaplana: "Aquí se pretende votar una ley que ya no existe".

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