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Reportaje:

La doble resurrección del tránsfuga y el ex alcalde

La moción de censura en León devuelve a la primera línea política a De Francisco y Amilivia

José María Rodríguez de Francisco, el tránsfuga que podría permitir la caída del PSOE en el Ayuntamiento de la ciudad del presidente José Luis Rodríguez Zapatero y el regreso a la alcaldía del popular Mario Amilivia el próximo día 3, era para muchos hace sólo dos semanas, un cadáver político. Sus bandazos, las salidas de tono, los insultos y los pactos, unas veces con luz y taquígrafos y otras en cafés en penumbra, a muchos kilómetros de la capital del Reino de León, como le gusta nombrar a la ciudad del Bernesga, han mermado su credibilidad, una situación muy diferente a la del día en el que fundó Unión del Pueblo Leonés (UPL) hace 13 años.

Hace tan solo unos meses, De Francisco (nacido en la localidad leonesa de Vega de Infanzón en 1950) despreciaba las actitudes y aptitudes de Amilivia, tocado éste políticamente por el caso de la gomina (pago con fondos públicos de gastos personales) y muy cuestionado en su partido hasta hace unos días. "Votar al PP es votar fascismo", afirmó en una ocasión el tránsfuga. Los periódicos locales han recogido ampliamente los insultos de De Francisco a quien fue su colega de gobierno durante 12 años. Para el tránsfuga, Amilivia era hasta hace pocos días "soberbio, prepotente, un indecente personal y políticamente, un miserable y un cáncer para el PP".

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Tampoco Amilivia le proporcionó un trato cariñoso al proclamar, cuando perdió la alcaldía en 2003 al decidir UPL apoyar al candidato socialista, que "el mayor consuelo de todo el equipo de concejales del PP es no tener que aguantar más a José María Rodríguez".

Así que la moción de censura presentada contra el alcalde socialista, Francisco Fernández, operará la doble resurrección política del tránsfuga y del ex alcalde y quizá una tregua en su vieja enemistad. Tras perder la alcaldía, Amilivia se convirtió en un apestado, del que sus propios compañeros huían hasta hace nada, pese a haber cosechado un más que aceptable resultado en los comicios, en los que el PP fue la fuerza más votada. De Francisco llegó a decir que el ex alcalde debería marcharse de León al ser un huérfano político.

El ahora concejal no adscrito está en la política desde hace 21 años, como concejal de parques y jardines (ha fraguado contratos multimillonarios de la privatización del agua, basuras y medio ambiente), diputado provincial o procurador en las Cortes regionales. Entró en el Ayuntamiento leonés en la lista independiente encabezada por Juan Morano (hoy diputado popular), entre 1983 y 1991. Ese año creó UPL y comenzó su apoyo al PP, que mantuvo hasta 2003. El apogeo de esa relación fue la reafirmación del pacto con los populares en 1999 a cambio de inversiones para León, en un Hostal de San Marcos engalanado, con Javier Arenas, entonces secretario general del PP. Pero tras las elecciones de 2003 su partido (que logró cinco concejales) decidió aupar al candidato socialista a la alcaldía.

Hace menos de seis meses De Francisco abandonaba, como un elefante en una cacharrería, UPL, el partido leonesista que creó con un grupo de amigos y militantes de la antigua Alianza Popular, al rebelarse un número importante de cargos y no resistir la más mínima crítica o sugerencia de los cachorros del partido de dejar paso a las nuevas generaciones. En un pleno municipal en julio se acordó por unanimidad considerar a De Francisco y a su compañera Covadonga Soto concejales no adscritos y reducir sus emolumentos.Hace semanas, en pequeños corros de periodistas, no descartaba crear un nuevo partido, descalificando a los actuales dirigentes de UPL como "imberbes". Se cree el único verdadero leonesista al que la historia le deberá reconocer el resurgimiento de León.

Su condición de llave ha aupado a De Francisco a lugares de privilegio e influencia impensables a tenor del número de votos obtenidos (unos 60.000 en las autonómicas) y a percibir hasta 20 millones de pesetas al año (como consejero de Caja España percibía casi un millón al mes). Se dice en los foros políticos que De Francisco es el valedor del actual presidente de Caja España, el constructor de Astorga Victorino González y que un importante número de trabajadores del Ayuntamiento le deben la nómina a su persona. Los sucesivos presidentes de la comunidad autónoma (primero Juan José Lucas y Juan Vicente Herrera, después, ambos del PP) han aguantado sus insultos con cara de póquer. Y es que a De Francisco se le conoce también por sus arrebatos. Los militantes de UPL tuvieron que recoger del suelo de la sede los añicos a los que quedó reducido un ordenador que manejaba la compañera del edil.

El concejal no adscrito de León José María Rodríguez de Francisco.
El concejal no adscrito de León José María Rodríguez de Francisco.EFE

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