Fantasía en Baena

En casi todos los pueblos de Andalucía suele haber emisoras de televisión local, a veces dependientes del ayuntamiento y en ocasiones autónomas y más o menos independientes, que retransmiten los eventos y fiestas, y que cuando no están manipulados por el partido que gobierna, informan a los ciudadanos de lo que sucede.

A los habitantes les gusta verse en ellas, después de celebrar sus fiestas, algunos pasan varias veces ante las cámaras para asegurarse de que en al menos una de ellas saldrán, pero cuando tienen que reclamar y defender sus derechos o sus opiniones, estas mismas cámaras se transforman en el ojo del gran hermano que todo lo ve, se trasforman en un dedo acusador, que el operario utiliza con destreza, apuntando al ciudadano, como si de un fusil se tratase, y a este le gustaría, entonces, ser invisible.

Cuando hay manifestaciones en Baena, salen a la calle varios fotógrafos de la prensa local y tres o cuatro cámaras de televisiones locales, para grabar y fotografiar a los ciudadanos que participan en ellas, con el fin de que estos se vean luego y tengan un recuerdo de lo que hicieron, ya que al igual que las fiestas, son grabadas integras y retransmitidas luego varias veces, según tengo entendido.

Este hecho merma mucho el poder de convocatoria de los partidos de la oposición para enfrentarse a la política municipal con manifestaciones, y es que el pensamiento humano es un misterio, tanto a niños como a mayores, se les llena la cabeza de imaginaciones y fantasías, se dejan llevar por ellas y sienten miedos que no pueden explicarse, y los que no los han vivido no pueden comprender.

Hay hombres que ven en ello una forma moderna, que tiene el poder municipal de pasar lista y saber, quienes están a su favor y quienes en contra. Otros imaginan no poder trabajar en el PER si el alcalde les ve en esas fotografías o videos. Otros que tendrán que tener mucho cuidado en cumplir las ordenanzas municipales, ya que no conseguirán favores de su alcalde. Algunos, que tienen bares y negocios cara al publico, imaginan que si salen en ellas manifestándose, para defender sus derechos, como ha pasado no hace mucho para protestar por la construcción del vertedero de Baena, que ahora no se sabe de donde será, tendrán a la policía municipal poniéndoles pegas e incluso denuncias, u obligándoles a cerrar con no se sabe que excusas. Son tantas las personas, tantas las cosas imaginadas, que enumerarlas una a una no nos dejaría llegar a un final.

Dígase por miedo o dígase por sensatez, son muchos los ciudadanos en Baena, que por un exceso de imaginación, se ven auto-coaccionados o auto-privados de su derecho constitucional a manifestarse libremente. Hace unos días, yo veía esto como algo del pasado, difícil de imaginar en democracia, pero hoy, tengo que solidarizarme con ellos a través de estas letras, pues tuve que firmar una solicitud, para que los anti-vertedero se concentrasen en Baena el día 13, y al ser denegada, no hubiera podido seguir incitando a la manifestación, ni acudir a esta. En otras circunstancias, sin tanta cámara, hubiese ido, pero en este caso, mi imaginación se puso a trabajar y tuve que buscar otra solución más sensata, para una manifestación que afortunadamente no ha tenido que celebrarse.