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Trabajo propone que la fuga de empresas se penalice con la devolución de las ayudas públicas

El Ministerio de Trabajo cree que la fuga de empresas (la denominada deslocalización) se ha convertido en "un motivo de preocupación" para los responsables de todas las administraciones. Para frenar ese proceso, el secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, propuso ayer una serie de medidas y, entre ellas, "estudiar fórmulas que vinculen las ayudas públicas a la permanencia en el territorio de las empresas que las han recibido", es decir, fijar "la exigencia de la devolución de las ayudas públicas si hay traslado de la producción" a otro país o región.

En una jornada de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) sobre Deslocalizaciones, el secretario general de Empleo aseguró que otras líneas de actuación a debatir en el diálogo social pueden ser: la puesta en marcha de políticas para mejorar la competitividad, basadas en impulsar la tecnología, invertir en desarrollo y nuevos métodos de producción; aceptar que la seguridad en el empleo no tiene que significar necesariamente seguridad en el mismo puesto de trabajo (dicho de otro modo, promover la movilidad); impulsar en la negociación colectiva flexibilidad para las empresas a cambio de inversiones en I+D; o buscar fórmulas que premien y estimulen a las empresas que se distingan en modernización y mantenimiento del empleo.

Valeriano Gómez acepta, como vienen defendiendo las patronales, que la razón más frecuente para la fuga de empresas es buscar costes menores de producción, pero añadió otras motivaciones: "No faltan casos en que se utiliza la deslocalización para presionar a los trabajadores en la fijación de condiciones laborales, a los inversores y a las decisiones de las administraciones públicas". Es lo que hizo Seat hace dos años al trasladar a Bratislava (Eslovaquia) parte de la producción del Ibiza que ahora retorna a Martorell por la flexibilidad del convenio.

Sector del automóvil

El sector del automóvil es, según datos de Trabajo, junto a industrias intensivas en mano de obra no cualificada (textil, calzado o industria del juguete) donde más fugas de empresas se producen. Un estudio citado por Valeriano Gómez indica que "la deslocalización ha afectado en los últimos años a 10.000 empleos directos", a los que hay que sumar entre tres y cinco veces más de puestos de trabajo indirectos. En total, la fuga de empresas ha provocado la pérdida de unos 50.000 empleos en España.

El abogado y negociador de la patronal CEOE, Fabián Márquez, cree que los costes laborales son un factor importante en el traslado de empresas, dado que el salario medio en España es de 1.513 euros brutos al mes, mientras que en los países nuevos socios de la Unión Europea como Eslovaquia y República Checa están entre 380 y 425 euros. Pero, además, sostiene que el sistema español sigue siendo rígido: "Tardamos mucho en crear una empresa y muchas de las decisiones empresariales están pisadas por autorizaciones administrativas, como en los despidos colectivos". En su criterio, "no seremos capaces de competir si no introducimos sensibles e importantes reformas".

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