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El presidente ensalza la "España libre" de Zapatero

Carlos E. Cué

Por la tarde, Hugo Chávez plantó a los empresarios. Por la mañana fue puntual en un terreno favorable, la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense. Cientos de jóvenes desbordaron el salón de actos y aclamaron allí su discurso "antiimperialista y bolivariano", y su apoyo sin matices al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero: "Qué triste era aquella España subordinada a los mandatos de Washington. Qué felicidad ver hoy a una España libre que se ha levantado del brazo y de la mente de su pueblo".

Chávez señaló nada más comenzar su discurso que el 11 de marzo, con el atentado en Madrid, "se anidó el dolor del pueblo de España, que después se convirtió en fuerza, en respuesta popular y que tiene hoy a España con un horizonte abierto hacia un mundo de paz e igualdad".

Este entusiasmo, y especialmente las declaraciones sobre el "discurso revolucionario" que percibe en Zapatero causaron embarazo en La Moncloa. Pero Chávez, lejos de contenerse, insistió en su retórica: "Necesitamos una España, una Europa y una Rusia libres, definitivamente levantadas", dijo en la universidad, donde no sólo encontró apoyo en la entrega de los estudiantes. El rector, Carlos Berzosa, le entregó la medalla internacional de la mayor universidad de España, con casi 100.000 estudiantes.

Chávez no dejó en ningún momento de alabar al presidente del Gobierno. "Nos adherimos a la propuesta de Zapatero sobre la alianza de civilizaciones. Rechazamos la guerra de Irak, atropello a un pueblo hermano. Rechazamos el bloqueo a Cuba, y la amenaza al pueblo iraní".

Las palabras contra el presidente estadounidense, George Bush, fueron el eje de su discurso. Después de leer un editorial en The Washington Post en el que se le criticaba, Chávez colocó su "revolución bolivariana" como oposición al "neoliberalismo sin límites, sin caretas, sin diplomacia que amenaza al planeta". Frente a ello, según Chávez, retorna "la vieja esperanza de libertad y de igualdad".

Más de la mitad de su conferencia consistió en un recorrido por la vida y los logros de Simón Bolívar. Luego, entre aplausos constantes del público, señaló sus avances en la alfabetización de 1.300.000 personas y en la sanidad, con la ayuda de 15.000 médicos cubanos. Abandonó la universidad entre vítores.

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