FICE diseña una agresiva promoción para favorecer al zapato español

La Federación Nacional de Industrias del Calzado (FICE) ha diseñado de cara a 2005 una agresiva campaña promocional, bautizada como Plan España, con el propósito de favorecer las ventas de calzado español en detrimento del extranjero. El objetivo es lograr que el volumen de ventas dirigido al mercado interior, actualmente por debajo del 50%, ocupe la mayor parte de las ventas del calzado en España.

Rafael Calvo, presidente de la Federación Nacional de Industrias del Calzado (FICE), presentó ayer las líneas básicas del Plan de Promoción Exterior de cara a la próxima temporada. La novedad es el compromiso y la participación de las distintas administraciones con la patronal en el diseño una agresiva campaña promocional del calzado español.

Calvo adelantó que el Plan España persigue "convencer" al cliente autóctono que la relación calidad-precio que ofrece el zapato nacional es la mejor. El propósito es logar que el 70% del calzado adquirido en territorio nacional esté fabricado por firmas autóctonas. (Actualmente, el calzado español apenas ocupa el 50% de las ventas del mercado interior).

Calvo se mostró convencido de que el sector del calzado "va a salir adelante". El Plan de Promoción Exterior prevé también reforzar la presencia del zapato español no sólo en las ferias tradicionales, sino también en los certámenes alternativos que apuestan por una diseño vanguardista e innovador.

De la misma manera, Calvo insistió en la necesidad de seguir cooperando con otros países para afrontar la crisis. No obstante, el presidente de la patronal se apresuró a matizar que "cooperar no significa cerrar las empresas para irnos fuera, sino más bien aprovechar las ventajas del mundo y evitar quedarnos aislados", dijo. Calvo recordó que hoy China no es la única competencia, y mencionó otros países productores como Brasil y, dentro de muy poco, India.

Mayor flexibilidad

Por otro lado, el director ejecutivo de la Asociación de Empresas de Componentes (AEC), Juan Carlos Soler, consideró ayer que es necesario una mayor flexibilidad laboral con objeto de "mantener vivas las empresas, a los trabajadores y a las familias". Esta propuesta se presentará desde el Observatorio Sectorial de la Industria del Calzado, que se prevé que se constituya oficialmente hoy con la participación de Fice y de los sindicatos FIA-UGT y FITEQA-CCOO.

Soler dijo que también se propondrá desde AEC la aplicación de los contratos fijos-discontinuos a las empresas, por lo que los trabajadores fijos-ordinarios pasarán a ser empleados a través de esta modalidad contractual. Esta medida redundará, a su juicio, en una mejora de la competitividad de las empresas. Consideró, además, que con esta iniciativa se mantendrán tanto los puestos de trabajo como la viabilidad económica de las mercantiles. A la vez, agregó Soler, se evitará que los trabajadores pierdan su poder adquisitivo y que las compañías sufran un elevado coste salarial e impositivo en los periodos de inactividad. A su entender, otro de los factores que repercuten en las industrias del calzado españolas es la elevada presión fiscal con respecto a sus competidoras extranjeras. A esta ventaja, hay que sumar, según él, el nulo control aduanero y la pasividad de la Administración para promocionar el zapato nacional.