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DESPUÉS DEL CONGRESO DEL PP

Militantes del PP llegan a las manos en Elche en la elección de delegados al congreso provincial

La bronca de campistas y zaplanistas obligó a intervenir a la Policía y la urna acabó en comisaría

La cerrada pugna entre zaplanistas y campistas en la provincia de Alicante traspasó ayer en Elche la barrera de las diferencias dialécticas para llegar a las manos en la elección de compromisarios al congreso provincial. Partidarios de Zaplana y Camps se enzarzaron a golpes y empujones, en medio de un fuerte clima de tensión en el que se rompieron las urnas y que, finalmente, motivó la intervención de la Policía. El secretario regional de Organización, Enrique Crespo, suspendió la votación. Crespó se retractó a las tres horas, por orden de Ángel Acebes. Se votó, pero la urna acabó en la comisaría.

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Con los ecos del congreso regional de Castellón aún en el ambiente, las dos facciones de los populares alicantinos medían ayer sus fuerzas de cara al congreso provincial, el próximo día 19 de diciembre en Altea. Estaba en juego la elección de 400 compromisarios en aquellas ciudades donde se presentaron más candidatos que puestos por cubrir. Uno de los puntos calientes es Alicante, donde conviven los dos máximos exponentes del zaplanismo y el campismo, José Joaquín Ripoll, presidente de la Diputación y hasta ahora único candidato a la presidencia provincial, y el alcalde, Luis Díaz Alperi, respectivamente. En la capital se elegían 131 compromisarios y se presentaron 220 candidatos. Al cierre de esta edición no había resultados oficiales. Los seguidores del presidente Camps impugnaron el acto por supuestas irregularidades en el censo.

El segundo punto caliente está en Elche. Allí, los campistas, liderados por el subdelegado del Consell, Manuel Ortuño, mantienen una encarnizada batalla con los zaplanistas, aglutinados en torno al grupo municipal que encabeza Josefa Martín, y la gestora local. Las calles de la ciudad ya delataban claramente a primeras horas de la mañana el alcance del enfretamiento. Los muros amanecieron empapelados con cientos de pasquines que pedían la dimisión del subdelegado del Consell. Los partidarios de Ortuño achacaron la iniciativa a sus rivales zaplanistas.

La tensión alcanzó su punto álgido nada más abrir las urnas para la elección de los 94 compromisarios que corresponden a Elche para el congreso provincial. Una discusión sobre la oportunidad o no de que los periodistas accedieran al interior del local donde se celebraba la votación derivó en un enfretamiento físico entre militantes de ambas facciones. La pelea -en la que hubo empujones y algún que otro golpe- acabó con decenas de personas por los suelos. En medio del alboroto, algún militante llegó a destruir las urnas y un vigilante jurado, según la agencia Efe, resultó herido en una pierna. El tumulto obligó a la intervención de la Policía Nacional.

Tras el altercado, el secretario de Organización del PP de la Comunidad Valenciana, Enrique Crespo, supendió la votación "por irregularides" en el censo de militantes. El dirigente regional de los conservadores valencianos se hizo eco de las denuncias de Ortuño, que acusa a la actual dirección provincial, en manos de Julio de España, de incrementar el censo en 350 nuevos militantes. Crespo se retractó a las tres horas por orden del secretario general del PP, Ángel Acebes. La votación se realizó, entre más amagos de peleas, y la única urna que salió indemne de la trifulca, a petición de los zaplanistas, acabó en comisaría.En la comisaría también acabaron el delegado del Consell en Elche, Manuel Ortuño, y la gestora del PP encabezada por Josefa Martín. El primero, para presentar denuncia por falsedad en documentos y la segunda, por amenazas y coacciones.

Así, el mensaje sobre la supuesta unidad y cohesión alcanzada por los populares valencianos tras el congreso regional de Castellón del pasado fin de semana quedó ayer en Alicante reducido a cenizas con motivo de la elección de compromisarios para el congreso provincial del 19 de diciembre en Altea. La lucha entre zaplanistas y campistas, sobre todo en los dos puntos claves para el desenlace del futuro congreso provincial, o sea, Alicante y Elche, motivó la intervención de la dirección nacional del PP. El secretario general, Ángel Acebes, desautorizó al recién nombrado secretario regional de Organización, Enrique Crespo, y ordenó la celebración de la elección de compromisarios en Elche. Crespo había suspendio el acto por supuestas irregularidades en el censo.

El dirigente nacional del PP era consciente de que la suspensión de la elección de compromisarios en Elche dejaba en aire incluso la celebración del cónclave provincial. Acebes dio órdenes claras a los campistas de que votaran y, luego, si lo creían oportuno, que presentasen sus impugnaciones. Los partidarios de Camps acataron la consigna y, tras la votación, impugnaron el acto.

El argumento capital de las impugnaciones de los afines al actual presidente del Consell fueron supuestas irregularidades en el censo de militantes. Los portavoces de este bando acusan directamente al actual presidente provincial, Julio de España, de manipular las listas en favor de los intereses del sector afín a Zaplana. El escrito de impugnación de los campistas de Alicante recoge textualmente: "La organización en la sede provincial para la realización de las elecciones a compromisarios para el XI congreso ha sido sectaria, no se ha tratado a la militancia en igualdad de condiciones y se han ocultado datos y medios a los interventores de algunos compromisarios".

El proceso de elección de compromisarios se desarrolló de manera tan confusa que ni tan siquiera José Joaquín Ripoll, representante de los zaplanistas y, hasta ahora, único candidato oficial a la presidencia provincial del partido, conocía la realidad del desarrollo de la votación. Ripoll estaba convencido de que la suspensión del acto de Elche era definitiva.

El cúmulo de incidentes previos y las impugnaciones posteriores retrasaron el escrutinio de las votaciones que, aparte de Alicante, se celebraron también en otros municipios como Elda, Dénia, Orihuela, Villena, Dénia, Novelda. Sant Vicent del Raspeig, Catral, El Campello y Guardamar del Segura.

El resultado de esas elecciones es clave para que los campistas presenten o no un candidato alternativo a Ripoll en el congreso de Altea. A los 400 compromisarios que ayer se eligieron hay que añadir otros 600 que han sido designados de manera automática al presentarse igual número de candidatos que puestos a cubrir. Los zaplanistas se atribuyen la mayoría -en torno al 80%- de esos compromisarios. Los campistas, por contra, aseguran que existe un reparto al 50%. "Ello quiere decir que si obtenemos los resultados que esperamos en los compromisarios electos, al final llegaremos al congreso de Altea con el respado de un 66% de los compromisarios, suficiente para derrotar a Ripoll", aseguró ayer un portavoz cualificado de los campistas. Este porcentaje es, según este sector, semejante al que finalmente alcanzaron con motivo del recién congreso regional. Los zaplanistas discrepan y tanto para el regional como para el provincial aseguran que han contado con el respaldo mayoritario de la militancia.

Por otro lado, para el congreso provincial de Valencia se presentaron ayer 1.345 aspirantes para un total de 1.227 plazas de compromisarios. Esta situación obliga a celebrar, aproximadamente, unas 36 votaciones en otros tantos municipios de la provincia. Las votaciones se han convocado para el próximo jueves.

Militantes del PP, enzarzados en una trifulca ayer durante la votación de compromisarios en Elche.
Militantes del PP, enzarzados en una trifulca ayer durante la votación de compromisarios en Elche.JOAQUÍN DE HARO

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