Los partidos se incrementan un 2% la asignación presupuestaria
La partida de Interior para la actividad política sube a 80 millones
Los partidos políticos han decidido, con cierto sigilo, aumentarse un 2% la asignación que había previsto para ellos el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado de 2005, para su financiación ordinaria, fundaciones y seguridad de sus sedes. Las fuerzas políticas con representación parlamentaria recibirán 80 millones de euros, dos millones y medio más de lo presupuestado por Interior, área a la que corresponde esta partida.
El aumento se produjo en la fase de ponencia por unanimidad de los grupos, por lo que pasó a la comisión y al pleno del Congreso sin debate y no hay previsión de que se vaya a enmendar en el Senado. Esta práctica empezó hace dos años por acuerdo, no escrito, entre el PP y el PSOE.
El Gobierno congeló la partida destinada a la financiación de los partidos políticos con respecto al año anterior, y así figuraba en los Presupuestos Generales del Estado que entraron en el Congreso, a través de las sección 16, correspondiente al Ministerio del Interior. El texto de los Presupuestos llegó a la fase de ponencia del Congreso, donde a puerta cerrada se hace una aproximación con la primera presentación de enmiendas. Si se incorporan pasan desde el primer momento a formar parte del dictamen que ya se debate en la Comisión de Presupuestos. Tras la comisión llega el pleno, que es el proceso que culminó el jueves pasado y que ahora seguirá en el Senado.
Las negociaciones intensas de todos los grupos con los socialistas Alfredo Pérez Rubalcaba, Francisco Fernández Marugán y Teresa Cunillera no afectaron a la asignación para los partidos políticos. La enmienda con una subida del 2% se aprobó por asentimiento. En total, los partidos se autoconceden dos millones y medio más de euros de lo que el Gobierno les presupuestó. En total recibirán 80 millones de euros para su financiación ordinaria, sus fundaciones y la seguridad de sedes y personas.
La práctica de asignarse más dinero que el previsto por el Gobierno inicialmente no es nueva, sino que se ha repetido de la misma manera sin publicidad en los dos últimos años, tras acordarlo el PP, entonces en el Gobierno, y el PSOE. Los interlocutores consultados señalan que cuando el presupuesto llegó en octubre al Congreso, y como siempre la asignación a los partidos seguía inamovible, interlocutores del PP recordaron a los socialistas que existía un acuerdo no escrito en la legislatura pasada de sus dirigentes Eugenio Nasarre, por el PP, y José Blanco, por el PSOE, que debía continuar.
El pacto se reavivó de inmediato y se produjo la subida del 2%, idéntico porcentaje de subida que se aplica a los parlamentarios y en general a toda la Administración del Estado. La partida para hacer frente a los gastos ordinarios de los partidos, al margen de campañas electorales, se lleva 74 millones y medio, y el total llega hasta 80, con las aportaciones para sus fundaciones.
Estos cinco millones de euros para fundaciones y asociaciones "con dependencia orgánica de partidos con representación parlamentaria para funcionamiento y actividades de estudio y desarrollo del pensamiento político, social y cultural", tal y como figura en los Presupuestos sin especificar nombres, no afecta a las fundaciones de carácter privado aunque tengan vinculación con los partidos, o con dependencia de la Administración. Éste último es el caso de la Fundación Carolina, que dirige la ex ministra socialista Rosa Conde, que no recibe asignaciones por esta partida, y que depende del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín.
Esta fundación eligió a su consejo asesor, mayoritariamente formado por catedráticos y profesores, y entre cuyos patronos figuran los principales empresarios españoles, que hacen aportaciones para la formación de universitarios latinoamericanos
En ausencia de ley
Mientras no haya una nueva ley de financiación de partidos políticos, éstos mal que bien se van manejando con esta subida del 2%. La apelación a una nueva ley de financiación es constante, pero pasan los años y nunca "llega el momento" de afrontarla; algo similar a lo que ocurre con el Reglamento del Congreso, en cuya reforma el presidente de la Cámara, Manuel Marín, está poniendo todo su empeño.
El último intento fallido de reformar la ley de financiación se produjo hace apenas dos meses, cuando el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió al líder del PP, Mariano Rajoy, afrontar juntos la reforma de la ley de referéndum, de la ley electoral y, si fuera posible, de la ley de financiación. Se trataba de que las fuerzas políticas pudieran recibir asignación para sufragar los gastos de la consulta sobre la Constitución europea, prevista para el 20 de febrero. La legislación española no contempla ninguna asignación para los referendos. Rajoy se negó y Zapatero no insistió. Así las cosas, los gastos del referéndum europeo los sufragará como pueda cada fuerza política, con su presupuesto ordinario, en el que ya entrará este respiro del 2% que se acaba de conceder.
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