Carod emplaza a Francisco Camps para promover el valenciano

Los máximos dirigentes valencianos del PP y de Esquerra Republicana (ERC) siguen alimentando la polémica en torno a la denominación de la lengua. El cruce de alusiones entre el presidente de la Generalitat valenciana y del PP en esta comunidad, Francisco Camps (PP), y el líder independentista, Josep Lluís Carod, continuó ayer. Mientras que Camps volvió a acusar de "chantajistas" a los republicanos, Carod conminó al popular a "gastar sus energías" en la promoción del valenciano.

Carod clausuró en Tarragona la escuela de otoño de su partido, que en esta edición se ha dedicado a debatir los retos que plantea la nueva inmigración. En un discurso pronunciado en la clausura de la escuela, Carod reprochó a los políticos valencianos del PP que "el valenciano esté reculando en beneficio del castellano".

El presidente de ERC afirmó que daría por bueno que los actuales gobernantes de la Generalitat valenciana dedicaran "una milésima parte" de las energías que dedican a hablar del valenciano a "adoptar medidas positivas para que el valenciano recupere la dignidad del uso en todas partes, que en estos momentos por desgracia no tiene". Sentenció que el reelegido presidente del PP valenciano, Francisco Camps, arremete contra él y contra su formación porque "no tiene ideas" para "convencer" a los miembros de su propio partido.

En tono irónico, Carod envió un mensaje a Camps para que hable con el portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Eduardo Zaplana, "como lo ha hecho siempre, en castellano". Camps aseguró ayer también, en la clausura del congreso regional de su partido, que "ni Carod ni Zapatero, ni nadie conseguirán que deje de defender el principal patrimonio de los valencianos, que es su lengua".

En el marco de su escuela de otoño, ERC reclamó ayer una vez más que el Gobierno de la Generalitat pueda intervenir en la fijación de los cupos de trabajadores inmigrantes que se aceptan. Destacó que Cataluña tiene en la actualidad unos 500.000 inmigrantes extranjeros y que el Ejecutivo catalán es el que ha de poder decidir cuántos puede acoger un país "en condiciones dignas".

Carod denunció a quienes asocian a los inmigrantes con la inseguridad ciudadana, porque la inmigración es un fenómeno social y económico, mientras que la inseguridad es el fruto de otros factores, como la injusticia, la falta de trabajo o de vivienda. El líder de ERC apoyó la decisión del Gobierno de regularizar a los extranjeros que viven en España sin papeles antes que establecer nuevos cupos de entrada. "La inmigración no es ni un peligro ni una amenaza, es una oportunidad", afirmó.