La ciudad favorita se mira en Madrid para reforzar su proyecto
El proyecto parisiense es muy compacto y se agrupa en torno a tres grandes centros: el bosque de Boulogne, Saint-Denis y el barrio de Batignolles. En Boulogne, al oeste de la capital, tendrían lugar las competiciones de pentatlón moderno, esgrima, equitación, yudo, bádminton, tenis, tiro con arco, hockey y fútbol. Muy cerca, al pie de la torre Eiffel y junto al Sena, se disputaría el torneo de voley playa, el triatlón y se daría la salida del maratón y de la contrarreloj ciclista. El barrio de Batignolles, distante apenas cinco kilómetros, ofrece 45 hectáreas dispuestas a ser transformadas en Villa Olímpica capaz de alojar a 10.500 atletas y ofrecerles todo el equipamiento necesario, amén de una gran zona verde.
Más al norte, en el llamado llano de Saint-Denis, junto al ya existente Estadio Olímpico levantado con motivo del Mundial de Fútbol de 1998, se edificará una sala capaz de acoger 22.000 espectadores interesados por la gimnasia, el baloncesto y el boxeo. Otras salas complementarias y vecinas permitirán desarrollar el conjunto de concursos mientras en el estadio hallan acogida el atletismo, las ceremonias de apertura y clausura, así como más fútbol. El tenis de mesa, el taekwondo, la lucha, el balonmano y parte de los deportes acuáticos (natación, saltos, waterpolo, natación sincronizada) también transcurrirán en Saint-Denis.
El voleibol se disputará en Bercy, una intalación pensada para los Juegos de 1992 y que debía servir entonces para gimnasia y baloncesto. Se ha quedado pequeña.
Lejos de París sólo se practicará lo referido a la vela, que transcurrirá en el puerto Atlántico de La Rochelle, mientras que en zonas situadas entre 10 y 25 kilómetros del centro de la capital estarán el velódromo para el ciclismo en pista, las instalaciones de tiro, el circuito de VTT, el campo de béisbol y los recorridos de agua del Aviron y Canoe-kayak, tanto en línea como en eslalon. Cómo no, la fase eliminatoria de fútbol se servirá de estadios de otras ciudades, como Lyón, Lens, Marsella y Nantes.
El coste global del proyecto se cifra en una horquilla que va de los 6.200 millones a los 7.000. El Estado garantiza 2.500 millones, la ciudad, 1.270, y la región, 1.000. El resto ha de salir de aportaciones privadas y eso no se considera difícil, dado que se estima que sólo la preparación de los Juegos generaría 6.000 millones para luego aportar a la ciudad 5.000 millones anuales entre 2012 y 2019. Se estima que se crearán 42.000 empleos. El lema de la candidatura parisiense es el muy desinteresado, "Por el amor de los Juegos".
París espera reforzar su proyecto levantando un centro consagrado a los medios de comunicación de 130.000 metros cuadrados, acabando el anillo tranviario alrededor de su término municipal, construyendo algunas estaciones de metro suplementarias y adecuando 150 de éstas a las necesidades de minusválidos. Los problemas ecológicos derivados de la ampliación del recinto de Roland Garros a costa del bosque de Boulogne parecen resueltos desde el momento en que, en vez de arrebatarle siete hectáreas a dicho bosque, sólo se le priva de una para construir una sala de 15.000 plazas.
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