La Habana de Carpentier
ESTE INVIERNO, La Habana recordará de manera especial
a uno de los escritores más inequívocamente suyos. Fue allí
donde nació, el 26 de diciembre de
hace 100 años, Alejo Carpentier (1904-1980). Y así la describió en esta obra: "La vieja ciudad, antaño llamada de intramuros, es ciudad en sombras, hecha para la explotación de las sombras -sombra, ella misma, cuando se la piensa en contraste con todo lo que fue germinando, creciendo, hacia el oeste, desde los comienzos de este siglo, en que la superposición de estilos, la innovación de estilos, buenos y malos, más malos que buenos, fueron creando a La Habana ese estilo sin estilo que a la larga, por proceso de simbiosis, de amalgama, se erige en un barroquismo peculiar que hace las veces de estilo, inscribiéndose en la historia de los comportamientos urbanísticos". Con la sensibilidad del artista y la mirada de quien soñó un día con ser arquitecto (llegó incluso a matricularse en la Escuela de Arquitectura), Carpentier recorre en La ciudad de las columnas
las calles de la capital cubana para adentrarse en casas y patios, admirar columnas -"... la increíble profusión de columnas, columnata infinita..."-, cristaleras, suelos... "Él fue capaz de llevar al relato novelado (...) las inquietantes sensaciones de estar inmerso en el gozo generoso y extraño de los más recónditos rincones habaneros", señala en el prólogo de esta reedición Eusebio Leal Spengler, amigo de Carpentier e historiador oficial de La Habana, cuyo archivo aportó las fotografías que ilustran este apasionado viaje literario.
- La ciudad de las columnas. Alejo Carpentier. Espasa, 2004. 173 páginas. 19,90 euros.
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