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Reportaje:

Iberia se viste de Domínguez

El diseñador gallego confecciona los nuevos uniformes de la compañía

Adolfo Domínguez, el diseñador de la arruga y de la modernidad de los ochenta, que luego impusiera su estética en las presentadoras de informativos de televisión, acaba de dar un paso más en su ya larga carrera. Ha ganado el concurso para vestir al personal de tierra y los tripulantes de cabinas de pasajeros (TCP) -azafatas y azafatos- de Iberia, que a partir del próximo año lucirán los famosos cuellos en uve del diseñador y las estilizadas faldas en los aviones y los mostradores de facturación. Las faldas o los pantalones porque, por primera vez en la historia, las chicas de la compañía podrán optar por una u otra prenda.

Azul noche es el color de los nuevos uniformes de Iberia, que mantiene así una tradición. Azules fueron los que Pedro Rodríguez diseñó en los cincuenta y los sesenta, y azules fueron los de Elio Berhanyer, los más míticos de todos. Sólo el gran Pertegaz, que introdujo las botas en el atuendo, se atrevió en 1968 con el rojo burdeos y Alfredo Caral introdujo el color mostaza en las faldas que las TCP llevan desde 1989.

Por primera vez en la historia de la aerolínea las mujeres podrán optar entre la falda y el pantalón

Si a Caral le tocó el uniforme del cambio -desde que se impusiera la compañía ha pasado de ser empresa pública en pérdidas a tener beneficios y cotizar en Bolsa- a Domínguez le toca ser el de la nueva Iberia. El año que viene, si no hay más retrasos, la compañía seguirá estrenando aviones, terminal en Barajas y una nueva clase bussines completamente redecorada. Su paulatina implantación coincidirá con la presentación, a mediados de 2005, de los nuevos uniformes -pespuntes rojos en vuelo y mostaza en tierra- pendientes aún de algún detalle.

Así, Domínguez, que se ha confesado "ilusionado y sorprendido" por haber ganado el concurso, todavía discute con la empresa la posibilidad de que las azafatas lleven, además de guantes y pañuelo, sombrero. "Estarían guapísimas", dice, aunque comprende que en ocasiones se ve como una prenda no muy cómoda.

Lo que parece más decidido es cómo será el delantal de las chicas para el servicio a bordo. "Un pichi", dice, "un vestido, más que un delantal".

Con Iberia el diseñador gallego ha encontrado una amplia pasarela -su uniforme lo llevarán 10.000 personas- para mostrar su estilo. "Salvo al sombrero, no he tenido que renunciar a nada", dice. Y ha entrado de lleno en un mundo, el del uniforme, que dice apasionarle y en el que hasta ahora había asomado con más timidez. Domínguez viste a NH Hoteles, Porcelanosa y varias clínicas privadas, pero tras Iberia piensa dar un empujón a esta actividad. "El uniforme capta", dice, "y aunque la belleza no esté de moda, todavía seduce". Por eso afirma con ironía que le encantaría diseñar el hábito de las monjas. "Seguro que habría más vocaciones".

Consciente de que es el elemento de imagen corporativa más importante, Iberia ha elegido el diseño con cuidado. En un primer momento se dirigió a 11 proveedores distintos de los que preseleccionó a cinco. Cuatro de ellos presentaron ocho propuestas de entre las que ha resultado la seleccionada. Además de su comodidad, Iberia destaca de los uniformes que "se ajustan a cualquier tipo de morfología de personas", es decir, más o menos altas y más o menos delgadas, "a distintos trabajos", son para TCP, personal de aeropuertos y de oficinas de billetes, "y a cualquier condición climatológica y estacional", además de a cualquier edad.

Es un uniforme con vocación de perdurabilidad -no hay nada estridente-, aunque, según Adolfo Domínguez, en el contrato no se ha definido ningún periodo de tiempo, ni la cantidad al año a producir. "Económicamente todavía no sé qué me aportará, no lo he calculado", dice el diseñador, "pero no cambiará nuestra estructura de producción. Hacemos cuatro millones de prendas al año y podemos asumirlo perfectamente".

En 1946 Iberia vistió a su primera azafata de blanco, con un traje de corte militar confeccionado con tela de paracaídas y gorrito cuartelero. El año que viene mostrará a sus 30 millones de pasajeros, y a los 80 millones más que pasan por los aeropuertos, una colección muy distinta. Será la séptima.

Apunte de los uniformes de Iberia para tierra y <i>chaquetas rojas</i>.
Apunte de los uniformes de Iberia para tierra y chaquetas rojas.

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