Un autocar averiado tapona durante una hora el carril bus-VAO de la entrada a Madrid
El Ayuntamiento construirá una "vía de escape" entre Puerta de Hierro y Moncloa
Da igual que la avería se produzca en uno u otro punto. El resultado arroja siempre la misma imagen: cientos de viajeros del carril bus-VAO de la autovía de A Coruña, destinado al transporte público y a los turismos con dos o más ocupantes, que caminan por un tramo del carril porque un vehículo averiado colapsa la vía y tapona el acceso. Ayer la causa de esta imagen -en plena hora punta- fue un autobús que se averió a la entrada del intercambiador de Moncloa, lo que que causó grandes atascos en la A-6 y el peregrinar de miles de personas que iban a trabajar.
Son miles los viajeros de los municipios de Las Rozas, Pozuelo y Torrelodones, entre otros de la zona norte, que optan cada mañana por utilizar el carril bus-VAO de la carretera de A Coruña, la A-6, para acceder a Madrid. Y lo hacen así porque en las horas punta, tanto los usuarios de las más de 23 líneas de autobuses que cubren el trayecto de 21 kilómetros entre Las Matas (Las Rozas) y el intercambiador de Moncloa, como los turismos con dos o más pasajeros, se ahorran unos 20 minutos de atasco si utilizan el bus-VAO.
Pero eso sí, todos ellos saben que periódicamente se enfrentan a la posibilidad de que un vehículo se averíe y colapse el bus-VAO, lo que provoca enormes atascos, no sólo para sus usuarios, sino también para los alrededor de 14.000 conductores de los carriles normales que, cada mañana, intentan acceder a la capital en hora punta por la zona de Moncloa.
Ayer, la avería se produjo justo al final del carril bus-VAO, en la entrada del intercambiador de Moncloa. Ocurrió poco antes de las ocho de la mañana. Toda la carretera de A Coruña quedó atascada. Y, una vez más, cientos de usuarios del bus-VAO tuvieron que bajarse de los transportes públicos que utilizaban y caminar por la calzada hasta el intercambiador. Entre las exclamaciones de indignación, también se podían escuchar algunas de resignación: "Ya estamos acostumbrados", decía una pasajera.
Además, el intercambiador, que cada día usan alrededor de 300.000 viajeros, fue cerrado y los usuarios que en ese momento se encontraban en su interior fueron desalojados. "Era caótico. La gente salía del intercambiador para coger el autobús fuera, pero no sabían dónde tenían que hacerlo", comentaba otro afectado. La calle de la Princesa, donde se encuentra la principal salida del centro de transportes, se atascó también, así como las calles adyacentes.
Después de una hora, a las 9.00, el autobús averiado pudo por fin ser retirado de la vía. La grúa tardó en llegar al lugar de la avería debido al atasco creado. No obstante, a las nueve se restableció la entrada y salida de vehículos del intercambiador de Moncloa. Pero para entonces las retenciones en la A-6 ya eran de siete kilómetros, en sentido de entrada a Madrid, y de dos de circulación lenta en el sentido de salida.
Desde enero de 2002, el bus-VAO se ha atascado por el mismo motivo en nueve ocasiones; la última, hace apenas dos semanas, cuando otro autobús se averió y atascó el carril, con la misma procesión de viajeros recorriendo a pie el último tramo. El pasado 5 marzo, se produjo un situación idéntica, aunque en aquella ocasión el autocar se estropeó a la altura del Arco del Triunfo.
Desde la Guardia Civil de Tráfico se asegura que nada pueden hacer sus efectivos si un vehículo, "por la razón que sea", dicen, se queda atascado en la vía. El Consorcio de Transportes, por su parte, asegura que está estudiando la ampliación del bus-VAO.
El único organismo que anunció una iniciativa inmediata para tratar de solucionar este problema, que se repite continuamente, fue el Ayuntamiento de Madrid. El Consistorio anunció ayer la construcción de una "vía de escape" en algún punto entre la zona de Puerta de Hierro y el intercambiador de Moncloa, única zona que cae bajo la responsabilidad del Ayuntamiento de la capital.
La misma infraestructura
Vicente Losada, vecino de Las Rozas y uno de los cientos de afectados por la avería de ayer, se quejó de que los Ayuntamientos de la zona están revisando sus planes urbanísticos para que las poblaciones crezcan desmesuradamente, pero estas modificaciones urbanísticas no van acompañadas de mejores infraestructuras públicas. Losada se quedó atrapado en el autobús unos dos kilómetros antes de llegar al intercambiador.
Detrás de su autobús iban unos 50 más, llenos de viajeros, y delante, un número similar. Losada relató que pidieron al conductor que abriese las puertas para proseguir el trayecto a pie. "Al bajar vimos una marea humana por detrás y por delante, pegadas a los bordes y rozando los autobuses parados, y algunas personas que, con grave riesgo, saltaban las vallas del bus-VAO y cruzaban la carretera para subir a algún autobús de los que circulan por los carriles normales", recordó. "Era un caos", añadió.
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