El grupo de Addila Mimon proyectaba también atacar el Palacio Real, Torrespaña y el Calderón
El grupo salafista dirigido por Addila Mimon y cuyos integrantes fueron detenidos y encarcelados en la operación denominada Nova II tenían proyectado atacar el Palacio Real, Torrespaña y el estadio Vicente Calderón. Estos objetivos del grupo, que se han conocido recientemente, se unen al gran atentado que preparaba el líder del grupo de los Mártires por Marruecos, Mohamed Achraf, en el que pensaba hacer estallar un camión con al menos 500 kilos de explosivos contra la sede de la Audiencia Nacional.
Además, poco después se conoció que Addila Mimon, cuyo verdadero nombre es Dibali Abdellah, dirigía un subgrupo formado en la prisión de A Lama (Pontevedra), integrado por Soubi Kunic, Mohamed Amin, Aspri Smali y Mustapha Zanibar. Este grupo proyectaba atentar contra la sede del PP, el Palacio de Exposiciones y Congresos, las estaciones de Atocha y Príncipe Pío, así como la Torre Picasso.
En un primer momento se dijo que también pretendían atentar contra el estadio Santiago Bernabéu, pero fuentes de la investigación han confirmado que se trata de un error, pues el estadio señalado como objetivo era el Vicente Calderón.
Todos estos objetivos figuraban marcados en un mapa incautado a Addila Mimon en su celda de la prisión de A Lama.
Mimon, arrestado en la Operación Nova I, aunque ya se encontraba preso por delitos contra el patrimonio y salud pública, ha sido imputado por el juez Baltasar Garzón por delitos de integración en banda armada, en grado de dirigente, terrorismo en relación con asesinato y lesiones, estragos terroristas en grado de tentativa, tenencia de explosivos, tráfico de drogas y falsificación de moneda.
Este dirigente salafista formó parte del grupo constituido en la prisión de Topas (Salamanca) bajo la dirección de Achraf. Luego, al ser trasladado a Pontevedra, formó a su vez su propio grupo. Precisamente, Mimon es el miembro de los Mártires por Marruecos que ha conseguido imponer un régimen más severo y radical en una prisión española. En ocasiones ha llegado a la coacción y a las agresiones, régimen del que es el referente indiscutible, según fuentes de la investigación.
Además, mantiene correspondencia con Mohammad Amin Salameh y Nidal Ayyad, condenados a 116 años por su implicación en el atentado contra el World Trade Center de Nueva York en 1993. También mantiene contactos con varios miembros del GIA condenados junto al emir del 11-M, Allekema Lamari, tras la Operación Apreciate.
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