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La UE reconoce que la ruptura del diálogo con Cuba no funciona

La oposición a Castro critica una eventual reducción de las sanciones europeas

Gabriela Cañas

Los expertos europeos en América Latina, reunidos ayer en Bruselas, se mostraron abiertos a la posibilidad de reconducir las relaciones con Cuba al asegurar que la ausencia de diálogo con las autoridades cubanas "no es positiva" y que habría que mantener con la disidencia cubana un "diálogo estructurado" sin entrar a detallar cómo establecerlo. Mientras tanto, la oposición a Castro en La Habana ha mostrado las uñas ante una posible rebaja de las sanciones europeas.

Hoy, precisamente, el Parlamento Europeo vota dos resoluciones sobre Cuba. El centro derecha pide que se mantengan las sanciones, mientras que la izquierda tiene una posición más abierta.

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Las relaciones europeas con Cuba atraviesan una difícil situación desde que la condena de 75 opositores y la ejecución de tres secuestradores movió a la UE en junio de 2003 a endurecer su política respecto al régimen de Fidel Castro. La reciente expulsión de diputados europeos, entre los que estaba el español del PP Jorge Moragas, ha elevado la tensión, además, con los conservadores españoles, que exigen a La Habana respeto a los derechos humanos y la liberación de los presos políticos.

Desde junio de 2003, la UE mantiene medidas diplomáticas en contra de La Habana, limitando las visitas oficiales a la isla e invitando a los disidentes a toda fiesta nacional o internacional que tenga lugar en la Unión. El nuevo Gobierno de España, uno de los países de la UE que más cuenta a este respecto, es partidario de optar ahora por una "política constructiva", si bien también añade que hay que establecer contactos políticos más continuados con la disidencia.

En la reunión de expertos de la UE del pasado octubre, algunos países ya se manifestaron abiertos a revisar ligeramente la política bilateral con la isla. Ayer, los técnicos se limitaron a constatar que esa ausencia de diálogo no es positiva, lo que no tiene ningún carácter decisorio.

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La cuestión de la invitación a las fiestas, que tanto malestar produjo en su momento en La Habana, no fue tratada ayer en la reunión de Bruselas. En principio, se seguirán cursando tales invitaciones, si bien una fuente diplomática señaló que no hay ninguna fiesta prevista a corto plazo. Según fuentes españolas, sólo la República Checa se opuso enérgicamente a cualquier cambio de el régimen de invitaciones para los disidentes.

En La Habana, las noticias de Bruselas provocaron reacciones divididas entre la disidencia. Ya en vísperas de la reunión de ayer, la mayoría de los grupos opositores expresaron su rechazo al relajamiento de las sanciones diplomáticas, especialmente en lo referido a dejar de invitar a los disidentes a las celebraciones de las fiestas nacionales de las embajadas europeas en La Habana. Tanto el líder del proyecto Varela, Oswaldo Payá, como los veteranos Vladimiro Roca, Martha Beatriz Roque, Elizardo Sánchez y Gustavo Arcos consideraron que Castro es el que debe "mover ficha" primero y excarcelar a los presos, antes de cualquier acercamiento europeo, informa Maurico Vicent.

"La UE no acaba de entender, sobre todo el Gobierno de Zapatero, las características del Gobierno cubano, que es el que no quiere diálogo. En otros procesos, las embajadas jugaron un importante papel para favorecer el contacto entre las autoridades y la sociedad civil; por eso Castro no quiere que se produzcan estas invitaciones", afirmó Roca.

Elizardo Sánchez dijo que no le sorprendía la "evaluación" de Bruselas, pues desde hace meses existía "un sentimiento de frustración entre los diplomáticos de la UE en La Habana porque no podían realizar su trabajo". "No oculto mi preocupación en cuanto a dar pasos positivos hacia un Gobierno que hasta ahora no ha estado dispuesto a dar ninguna señal de buena voluntad".

Para Manuel Cuesta Morúa, portavoz del Arco Progresista, de orientación socialdemócrata, todo esfuerzo por "recuperar" el diálogo es "positivo". "No debemos hacer en la oposición el asunto de la invitación a las fiestas nacionales una cuestión de principios. Nosotros somos partidarios de que la UE establezca un diálogo crítico con el Gobierno, por supuesto, sin dejar de mantener contactos con la disidencia". A juicio de Morúa, una "nueva modalidad" para estas relaciones podría ser sostener reuniones periódicas entre los embajadores en La Habana y la oposición. En la misma línea se expresó el líder de Cambio Cubano, Eloy Gutiérrez Menoyo.

El disidente Elizardo Sánchez (derecha), junto al consejero de la Embajada española en La Habana, José María Fernández de Turiso, el 12 de octubre.
El disidente Elizardo Sánchez (derecha), junto al consejero de la Embajada española en La Habana, José María Fernández de Turiso, el 12 de octubre.REUTERS

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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