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La UE plantea suavizar el Pacto de Estabilidad para los países más ricos

Grecia también falseó sus cuentas públicas antes de que se le permitiera adoptar el euro

Gabriela Cañas

Los países ricos podrían eludir más fácilmente las sanciones por déficit excesivo en razón de su contribución neta a los presupuestos de la Unión Europea, lo que favorecería a Francia, Alemania, Italia y Holanda. Así lo establece el documento que hoy y mañana analizan en Bruselas los ministros de Economía y Finanzas. Las grandes potencias acuden a esta primera negociación sobre la reforma del Pacto de Estabilidad con el ánimo de acometer reformas más profundas que las defendidas por Joaquín Almunia, comisario de Asuntos Económicos y Monetarios.

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[el año pasado aportó 7.651 millones de euros, el 1,21% de su renta nacional bruta], había pedido expresamente que tal contribución sea tenida en cuenta a la hora de abrir la vía de las sanciones por déficit excesivo.

Ahora ya es una propuesta recogida en el documento de trabajo de la UE que los ministros analizarán hoy y mañana, en el pistoletazo de salida de las negociaciones para flexibilizar un pacto que están incumpliendo ya la mayoría de los miembros de la UE y muy especialmente Italia, Francia y Alemania. Estos dos últimos lograron el año pasado parar esta vía de las sanciones en una decisión que el Tribunal de Justicia de la UE ha declarado inapropiada.

La propuesta que analizará la UE es la de considerar como "factor relevante" la contribución neta al presupuesto de la Unión dentro de la cláusula de excepciones a las sanciones recogida en el Tratado para actuar contra los países que registran un déficit excesivo. En el pasado, y en reiteradas ocasiones, Berlín ha recordado a España, uno de los países que cumple el Pacto de Estabilidad a rajatabla, que el 1% de su PIB se lo debe a las aportaciones alemanas, a través de su contribución a la UE. El año pasado, el saldo neto positivo para España por parte de la UE fue de 8.733 millones de euros.

Las grandes potencias quieren una reforma más profunda del Pacto y en torno a ellas hay también ahora una mayoría de países que está a favor, dadas las dificultades de cumplimiento en ciclos de estancamiento económico generalizado como el actual.

Las propuestas de Almunia, que la Comisión Europea lanzó el 3 de septiembre pasado, han sido calificadas por París y Berlín de insuficientes y, además de considerar como causa excepcional y temporal para eludir las sanciones la contribución a la UE, se pretende también que en el cumplimiento del Pacto se tengan en cuenta grandes capítulos de gastos públicos tendentes a mejorar las cuentas a medio y largo plazo, como las reformas estructurales, el gasto en Investigación y Desarrollo y la Ayuda Oficial al Desarrollo.

La UE está mayoritariamente de acuerdo en que "la talla única para todos" del pacto

[que obliga a mantener el déficit por debajo del 3% del PIB y la deuda pública por debajo del 60%] debe dar distinto tratamiento a cada país para asegurar, precisamente, un trato equitativo. Frente a las reglas rígidas, se impone el "pragmatismo para acomodar la inversión pública al marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento", dice el documento de trabajo. España, uno de los pocos países

[junto a Austria, Finlandia y Holanda] que el año pasado apostó por la ortodoxia total en cumplimiento del pacto, se muestra ahora "comprensiva" con las exigencias de cambio de Berlín y París.

Por lo demás, los ministros empezarán a negociar en torno a las ideas que Almunia ya ha puesto sobre la mesa, como mantener una mayor disciplina fiscal en tiempos de bonanza para consolidar las finanzas públicas, vigilar más estrechamente la deuda pública e incluso intentar mantener ésta en el 40% del PIB.

Sobre las mesa de los ministros estarán también las estadísticas revisadas de Grecia, un país que ha falseado sus datos desde el año 2000 y que, ahora, la Comisión Europea demuestra en un informe que también mintió al aportar a Bruselas sus cuentas públicas entre 1997 y 1999.

En este último año, crucial para adherirse a la moneda única, Grecia no registró un déficit de 1,77% del PIB, sino un 3,4%, según indica este informe. "Con tales resultados", dicen en la Comisión, "Grecia no habría podido entrar en el euro".

Los ministros de la UE tendrán que decidir el siguiente paso a tomar sobre este asunto. El Tratado no prevé sanciones en un caso como éste, aunque Grecia se expone a perder los fondos de cohesión por esta razón.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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