Costa de Marfil regresa a la calma tras cinco días de graves incidentes

Tras cinco días de violencia y saqueos, la principal ciudad de Costa de Marfil, Abiyán, regresó ayer a una relativa calma tras los llamamientos realizados por el Gobierno de Laurent Gbagbo. Las manifestaciones antifrancesas, que degeneraron en ataques indiscriminados contra personas e intereses occidentales, han provocado un éxodo de extranjeros. Son varios los países, entre ellos España, que han evacuado a sus ciudadanos. El último Marruecos, que ayer envió tres aviones.

En cinco días de caos han perdido la vida 64 manifestantes y más de mil resultaron heridos -según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)-, cuando trataban de asaltar cuarteles ocupados por soldados franceses.

El jefe de la Fuerza francesa Licorne, desplegada en Costa de Marfil, general Henri Poncet, confirmó ayer que se produjeron violaciones de mujeres francesas durante los cinco días de violencia en Abiyán, la capital económica. "Confirmo las violaciones (...) Hubo tragedias para un cierto número de mujeres. No comentaré más, por respeto", declaró a la prensa. Algunos de los franceses evacuados el miércoles de Abiyán hacia Togo fueron víctimas de las violaciones de mujeres por la milicia de los jóvenes patriotas, partidarios del presidente marfileño Laurent Gbagbo, durante los saqueos de estos últimos días.

La crisis estalló el sábado, cuando dos aviones gubernamentales bombardearon posiciones rebeldes en el norte y causaron la muerte de nueve soldados franceses. En represalia, París ordenó destruir la fuerza aérea marfileña: dos aviones y seis helicópteros, una respuesta que despertó un sentimiento colonial, alimentado por el Gobierno de Gbagbo, que acusó a Francia de comportarse como un ocupante.

Alerta humanitaria

Las organizaciones humanitarias advirtieron ayer de que las consecuencias del agravamiento del conflicto se dejarán sentir en las zonas rebeldes. "Un millón y medio de personas en el norte y oeste están sin electricidad desde hace una semana", afirmó un portavoz del CICR. "Si esta inseguridad continúa podemos perder lo avanzado en dos años [desde el alto el fuego firmado en 2002] en la creación de un Gobierno de reconciliación nacional, algo esencial para lograr el acceso al norte", dice Rima Salah, responsable de Unicef en el país.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) asegura que en la última semana al menos 5.000 personas (muchas de ellas armadas) han huido hacia Liberia, lo que podría desestabilizar el frágil equilibrio alcanzado en ese país tras la salida del poder de Charles Taylor.

En el frente político, la Unión Africana se reunirá el domingo en Abuja (Nigeria) para tratar la crisis en Costa de Marfil. El nigeriano Olusegun Obasanjo (presidente de turno de la Unión Africana), ha invitado a su homólogo marfileño, Laurent Gbagbo y a los jefes de Estado de Sudáfrica, Ghana, Burkina Faso, Malí, Gabon y Libia.