Savall relata con música la crónica de la España de Isabel la Católica
El intérprete estrena en Burgos un espectáculo sobre la reina
La música ha sido crónica y vehículo para contar lo que ocurría en épocas sin telediarios ni redes en el ciberespacio. "Algunos cantares eran las noticias de las ocho", dice. Así ve Jordi Savall las piezas que ha elegido para contar con música cómo fue de terrible y esperanzadora la España de Isabel la Católica, un personaje en el que ha invertido un año de trabajo para montar un espectáculo que estrena mañana en Burgos.
La llama "la reina". Dice que es justo blanquear su leyenda negra -"aunque no tanto como para hacerla santa", precisa- y para eso quiere recurrir a resortes emocionales. "Cuando la gente vive a través de la música y el arte una época se comprende mejor", dice Jordi Savall.
Un año de trabajo da para mucho en la vida de este intérprete, que ayer se detuvo en el aeropuerto de Madrid junto a su mujer, la soprano Montserrat Figueras, y su hija Arianna, que le acompañan en escena también, para explicar el espectáculo partitura y apuntes en mano. Savall, uno de los mayores referentes del mundo en el periodo antiguo y barroco, le ha dedicado mucho tiempo a Isabel la Católica. Lo invertido le ha dado para un concierto escenificado, por encargo de la Sociedad Española de Conmemoraciones Culturales (SECC), que se verá mañana y el sábado en el Teatro Principal de Burgos y que luego repetirá en Europa y España, y para un disco: Isabel I, reina de Castilla. Luces y sombras en el tiempo de la primera gran reina del Renacimiento.
A través de auténticas crónicas musicales, con el tronco de un compositor como Juan del Enzina, "el Monteverdi de ese periodo", define Savall, el responsable de Hesperion XXI y la Capella Reial de Catalunya, los dos grupos que lo interpretan, desgrana las barbaries de la expulsión de los judíos, las hogueras de la Inquisición, la conquista de Granada, las luces del descubrimiento, la visión avanzada de un personaje de armas tomar en un reinado convulso. "Ella era consciente de ese peligro, esa convulsión, y supo mantener la unidad", asegura Jordi Savall.
El espectáculo se basa en las más auténticas palpitaciones populares, que el músico ha ordenado como en un puzzle para contar esa época con la voz de los poetas y la inventiva de los compositores. "Hay dos temas sobre los que construimos el espectáculo, el amor y la muerte", define. "A la muerte la sacamos embarazada, es una imagen muy inquietante", dice Savall.
Música de procedencia judía, árabe y cristiana, obras de Enzina, Juan Cornago o Juan Arañés se mezclan con textos de Jorge Manrique, Cristóbal Colón, Juan de Mena, Gómez Manrique y ecos de villancicos, romances y chaconas... "La chacona es una música mestiza, se hizo como mezcla de ritmos de las indias y Europa, la utilizamos en el final de fiesta, cuando interpretamos A la vida bona, de Juan Arañés, porque nos pareció importante dar un mensaje positivo de la huella que dejó España en América: el mestizaje".
Babelia
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