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El Banco de España apremia al Gobierno para que consensúe los 4 consejeros vacantes

La muerte de Eugenio Domingo deja en situación más precaria al consejo de la institución

Íñigo de Barrón

El Banco de España ha visto cómo pasaban los meses sin que el Gobierno socialista y la oposición del Partido Popular se pusieran de acuerdo en el nombramiento de las tres vacantes dejadas por otros tantos consejeros que se jubilaron entre marzo y julio pasados. Esta situación se agravó ayer con el fallecimiento de Eugenio Domingo Solans, consejero de la comisión ejecutiva, máximo órgano, y del consejo de gobierno, que queda sin el quórum suficiente para la toma de decisiones relevantes. El Gobierno y el PP ultiman una lista de consenso que podría darse a conocer los próximos días.

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Los resultados del 14 de marzo alteraron la tranquila situación que se presagiaba para el relevo de consejeros en el Banco de España. Precisamente en marzo se jubiló Jaime Requeijo, propuesto por el PP, al haber cumplido los 70 años de edad. Joaquín Muns, que alcanzó el puesto de consejero tras un acuerdo con Convergencia i Unió, también dejó su cargo por razones de edad en junio pasado. Por último, Eduardo Bueno, propuesto por el PP, dejó el Banco de España en julio tras cumplir su mandato. El fallecimiento de Eugenio Domingo, propuesto por el PP, que se produjo ayer en Madrid, eleva a cuatro las vacantes en el consejo.

Habitualmente el consejo de gobierno está formado por seis consejeros nombrados por el Gobernador, Jaime Caruana, a propuesta del Ministerio de Economía. Ahora mismo sólo hay dos consejeros, Juan Muñoz (nombrado por el PP) y Julio Segura (elegido por el PSOE).

Situación límite

Esta situación provoca que el consejo de gobierno se encuentre ahora mismo sin el quórum que requieren las decisiones relevantes ya que se requiere la presencia de, al menos, tres consejeros de los nombrados por Economía y en la actualidad sólo hay dos.

En el consejo de gobierno también están el Gobernador, el Subgobernador, Gonzalo Gil, la Directora General del Tesoro y Política Financiera, Belén Romana, y el vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Carlos Arenillas Lorente. Estos dos últimos son miembros natos ya que están en el consejo por razón del cargo.

La vacante de Eugenio Domingo también deja descompensada la comisión ejecutiva, verdadero corazón de la institución, de la que también era miembro. La ejecutiva, que se reúne cada diez días aproximadamente, estaba compuesta por el gobernador, el subgobernador, Eugenio Domingo y Julio Segura. Asisten con voz y sin voto los directores generales del Banco: Francisco Javier Aríztegui, José Luis Malo de Molina, José María Roldán, Pedro Pablo Villasante y José María Viñals. La última cita fue el 27 de octubre, donde estuvo presente, por primera vez, Arenillas.

La precariedad que existe en los máximos órganos de decisión del organismo supervisor se acentúa porque tanto Juan Muñoz como Julio Segura han manifestado su intención de abandonar sus puestos. Es decir, en breve plazo de tiempo, podrían quedar vacantes todos los sillones de consejeros externos del organismo.

Ante esta situación, que Caruana ha puesto de manifiesto ante las más altas instancias del Ejecutivo en varias ocasiones, el Gobierno inició, hace semanas, una negociación con el Partido Popular para presentar una lista de consenso. Hasta el momento no hay acuerdo, pero en fuentes cercanas al Ejecutivo se confía en alcanzarlo en pocos días.

Hasta ahora, era costumbre que, de los seis puestos de consejeros, tres los cubriera el partido en el Gobierno, dos el de la oposición y uno era el denominado de la cuota catalana porque se ocupaba a propuesta de CiU. Para este último puesto se baraja el nombramiento de Teresa García Milá, catedrática de Economía Aplicada de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.

El PSOE y el PP ya han vivido un desencuentro mutuo con sus respectivas propuestas. Los socialistas presentaron a Juan Manuel Eguiagaray, ex ministro de Industria y de Administraciones Públicas, mientras que los populares hicieron lo mismo con Luis Gámir, ex ministro de Comercio y Turismo y de Transportes con UCD y, posteriormente, diputado por el PP y presidente del Consejo de Privatizaciones. Ambos fueron rechazados de manera tajante.

Tras esta situación, los dos partidos mayoritarios han acordado proponer consejeros que no sean ex ministros sino personas de relevancia por sus conocimientos técnicos y que no tengan marcado cariz político. Este criterio es alabado por los profesionales del organismo supervisor, que desean que la institución esté lo más alejada posible de las tensiones políticas.

En algunos círculos socialistas se ha hablado de la posibilidad de proponer a Jesús Leguina, ex magistrado del Tribunal Constitucional y que ya fuera consejero del Banco de España en la década de los noventa con Luis Ángel Rojo como gobernador. Leguina explicó ayer a este periódico que no ha recibido propuesta alguna en este sentido.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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