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Reportaje:

Un nombre maldito

Un vecino de Málaga sufre un calvario judicial desde hace ocho años por errores de identificación

Cecilia Jan

Manuel Campos Carmona lleva los últimos ocho años entrando y saliendo de la cárcel. El culpable no es él, asegura este malagueño de 26 años, que se desespera cada vez que una notificación del juzgado interrumpe su vida, sino la combinación de nombre y apellidos que le ha tocado en suerte. La misma que a 25 hombres más en Andalucía, según su familia, y al menos a ocho identificados por su abogado en los archivos judiciales de Málaga. Una coincidencia que ha provocado su imputación en 30 causas penales por robos e, incluso, asesinatos que asegura no haber cometido.

"Al principio me detenían sin saber por qué. Fue empeorando, hasta que me metieron en la cárcel", explicaba a la salida de la Audiencia Provincial de Málaga la semana pasada, cuando tuvo que comparecer por el último error de identificación. "Hasta que un día me citaron a un juicio, y cuando dijeron mi nombre, respondimos dos, yo y otro que estaba en la sala, detenido", cuenta este joven, con dos hijos de 8 y 6 años, que ha hecho trabajos en el campo, recogido chatarra y que actualmente tiene un empleo en la construcción.

El caso de Manuel Campos Carmona es tan insólito que ni su abogado lo creyó en un principio. Pero acabó convencido, al igual que miembros de la Fiscalía, gracias a la insistencia de Emilia Carmona, la madre de Manuel. "En una de mis visitas al juzgado, me encuentro a una mujer gitana, muy agitada y nerviosa, que me cuenta que se están llevando a su hijo a la cárcel por error", relata Carlos Roldán, el abogado. "Al principio no la creía, la escuchaba por razones humanitarias, pero me dio papeles y datos objetivos".

Emilia, de 43 años, se ha recorrido en los últimos años los juzgados de la ciudad para intentar demostrar que su Lolo, como ella lo llama, es inocente, que lo confunden con otros que se llaman igual que él. Y tiene muchos ejemplos. En una ocasión fue a esperar la puesta en libertad de su hijo a la puerta de la prisión de Alhaurín de la Torre. Cuando vio al preso que iban a soltar, otro Manuel Campos Carmona, tuvo que advertir a los funcionarios que no se trataba del suyo. O cuando "lo acusaron de dos robos con violencia que se cometieron cuando estaba de arresto de fin de semana, como se demostró con un certificado emitido por la cárcel", dice. O cuando, para evitar una pena mayor, reconoció un robo, lo pactó con el fiscal y ya en la sala, la víctima dijo que no había sido él.

La citación de la semana pasada volvió a revivir la pesadilla de la familia. Un mal trago que se podría haber ahorrado con una simple comprobación previa del DNI. El Juzgado de Instrucción 12 le citó el pasado miércoles para "notificar auto de apertura de juicio oral, pudiendo comprobar mediante la presentación de su DNI nº 77470246-J que no es la misma persona contra la que se sigue el procedimiento", reza un documento del propio juzgado, que buscaba a otro Manuel Campos Carmona, nacido 18 años antes que Lolo, y cuyo DNI comenzaba por 56.

Su abogado critica "que no se extremen las precauciones", y más tras haber iniciado el Juzgado Decano un procedimiento por funcionamiento anormal de la justicia en julio pasado, y solicitar a los 14 juzgados de instrucción de Málaga que informen de todas las diligencias existentes a nombre de Manuel Campos Carmona.

Ante la lentitud de algunos órganos en responder, y tras el último error, Roldán se plantea solicitar al Fiscal General del Estado que incoe un procedimiento de revisión de condenas.

El reconocimiento por sentencia de un error judicial abriría las puertas a una indemnización, aunque el abogado asegura que la familia sólo quiere aclarar los casos para lograr vivir con tranquilidad.

Manuel Campos Carmona, con Emilia, su madre, y Loli, su esposa, en la puerta de los juzgados de Málaga.
Manuel Campos Carmona, con Emilia, su madre, y Loli, su esposa, en la puerta de los juzgados de Málaga.JULIÁN ROJAS

"Estoy muy apaleado"

"Mi hijo se ha intentado suicidar dos veces, tiene dos niños y apenas los conoce. La familia está destrozada", dice Emilia, la madre de Lolo. Se queja de que pese a los casos en los que se ha demostrado que había un error de identificación, como el que los llevó la semana pasada a la Audiencia, muchos funcionarios no lo acaban de creer. "No se quieren dar cuenta de la evidencia, se va a repetir otra vez la misma historia", se desespera. Además, las continuas citaciones interrumpen la vida cotidiana de Lolo. "Su jefe le dijo la semana pasada que una persona con tantos problemas no puede seguir trabajando", dice su mujer, Loli. "Ya estamos muy apaleados, no nos sentimos ni personas", concluye Lolo, que se plantea, como única solución, cambiarse el orden de los apellidos o el nombre.

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Sobre la firma

Cecilia Jan
Periodista de EL PAÍS desde 2004, ahora en Planeta Futuro. Ha trabajado en Internacional, Portada, Sociedad y Edición, y escrito de literatura infantil y juvenil. Creó el blog De Mamas & De Papas (M&P) y es autora de 'Cosas que nadie te contó antes de tener hijos' (Planeta). Licenciada en Derecho y Empresariales y máster UAM/EL PAÍS.

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