Galicia continúa a merced del temporal
Las medidas que el Gobierno propone para intentar evitar una catástrofe como la del 'Prestige' no se pondrán en marcha hasta bien entrado 2005
Un petrolero hundido, la mayor marea negra de la historia de Galicia -que es una historia de mareas negras-, una movilización popular como jamás se vio aquí, un Gobierno -el anterior- que negó la catástrofe hasta mucho después de que 1.300 kilómetros de costa se vistieran de negro. Dos años después del accidente del Prestige, ¿qué ha cambiado? Este periódico ha tenido acceso a un informe de 15 páginas elaborado en las últimas horas por el Ministerio de Fomento. Las primeras 10 páginas están dedicadas a hacer un repaso pormenorizado de lo sucedido hasta ahora: proceso judicial, limpieza de playas, extracción del fuel, ayudas económicas... La sorpresa está en las cinco páginas siguientes.
La bandera azul y negra todavía cuelga en muchos balcones. Y, junto a ella, las palabras Nunca Máis
Bajo el epígrafe "medidas de seguridad marítima", el Gobierno trata de explicar sus esfuerzos para que una catástrofe como la del Prestige no se vuelva a repetir. Lo preocupante del asunto es que, detrás de cada medida, y a modo de estribillo, figuran frases del tipo "entrará en vigor el 1 de julio de 2005" o "se espera que el protocolo entre en vigor a principios de 2005". Por tanto, la batería de medidas que el Gobierno tiene previsto poner en marcha -y que a continuación se explica- deja una realidad desnuda sobre la mesa. Se puede decir que hoy por hoy, como aquel 13 de noviembre de 2002 cuando a las dos y cuarto de la tarde el viejo petrolero monocasco lanzó su mayday (llamada de auxilio) frente a la costa de Fisterra, Galicia se sigue encontrando a merced del temporal.
Hace un año, con motivo del primer aniversario de la catástrofe, Ramón Núñez, el director del museo científico de A Coruña, declaró: "Lo peor es que volveremos a ver otro Prestige". Esa es la sensación general. La bandera azul y negra todavía cuelga en muchos balcones. Y, junto a ella, las palabras Nunca Máis son más el recuerdo de una batalla -contra el fuel y la falta de verdad- que una convicción literal. De hecho, durante el pasado verano, algunas playas se volvieron a ver manchadas de chapapote. En un principio se pensó que podría tratarse de restos del Prestige, pero al analizar el fuel se comprobó que no. Muchos buques siguen limpiando ilegalmente sus sentinas, llenando la costa de inmundicias, sin que hasta el momento se le haya visto la punta a tantas medidas como se prometieron en caliente.
Un portavoz autorizado del Ministerio de Fomento advierte de que las medidas para mejorar la seguridad no se han puesto en marcha todavía por una sencilla razón: "Sólo llevamos seis meses en el Gobierno. El indudable incremento de dotaciones presupuestarias y actuaciones para aumentar la seguridad marítima sólo puede tener reflejo a partir de los presupuestos de 2005. Hasta ahora, lo que se ha hecho se sitúa en la esfera de la diplomacia. Hemos actuado ante los organismos internacionales".
Entrando en lo concreto, el Gobierno pretende establecer un dispositivo de separación del tráfico marítimo en Fisterra. Una especie de autovía en el mar, con dos carriles por sentido. Para controlarla se necesitan nuevos radares, porque los actuales no sirven. Tampoco ha entrado en funcionamiento un sistema de "notificación obligatoria para los buques que transporten hidrocarburos pesados (entrará en vigor el 1 de julio de 2005)". Ni la retirada progresiva de los petroleros de un solo casco (1 de marzo de 2005). Ni el incremento de las indemnizaciones por los daños que causen los vertidos. También se espera la entrada en servicio de dos buques de salvamento en 2005 y otros dos en 2006, así como la contratación de más personal cualificado. De igual forma, "en 2005 se cubrirá, con un helicóptero más, la zona de sombra sur-oriental de la Península y, antes de 2007, se establecerán patrullas aéreas con aviones de ala fija para la búsqueda y detección de la contaminación".
Leído al revés, el informe de Fomento viene a certificar que los dos últimos años han pasado en balde.
Enfermo de tristeza
"Mi palabra es un juramento sagrado, señor presidente, soy pobre pero honrado... Le ruego que me conceda un permiso de tres meses para regresar a mi patria y a mi familia, para tranquilizarme y recuperar mi salud". Apostolos Mangouras cumplirá 70 años dentro de unos días y está enfermo de tristeza. En una carta remitida recientemente al presidente de la Audiencia de A Coruña, el capitán griego del Prestige advierte de que su salud empeora día a día, y que la obligación de permanecer en España, primero encarcelado y después bajo control policial, le está provocando "alteraciones profundas del sueño, dolores de cabeza, frecuentes estados de nerviosismo...". Los médicos que le han atendido en Barcelona van más allá. Según el psiquiatra Cristos M. Xenakis, el capitán Mangouras "presenta síntomas de decaimiento con ideas de autodestrucción".
Hasta ahora, todos los intentos de los abogados de Mangouras para que su cliente vuelva a Grecia han resultado inútiles. Ni siquiera ha servido el compromiso firmado del embajador de Grecia en España, Arístides Agathocles, de que su Gobierno garantizará la presencia del capitán ante los tribunales españoles. Para Javier Collazo Lugo, el juez de Corcubión que instruye la causa, "es imprescindible asegurar la presencia del señor Mangouras en el proceso (...), de modo que la autorización de salida introduciría un elemento de riesgo inoportuno, que no puede asumirse en este momento procesal". Aun así, los abogados del capitán han recurrido el auto y en los próximos días tendrá que ser la Audiencia Provincial de A Coruña la que tendrá que optar entre dar la razón al juez o, por el contrario, permitir que Mangouras vuelva a su país hasta que se celebre el juicio. La última línea del escrito que Mangouras ha dirigido al juez dice: "Serán responsables de lo que pueda sucederme quienes contribuyeron al deterioro de mi salud".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Relaciones Gobierno central
- VIII Legislatura España
- Catástrofe Prestige
- Ministerio de Fomento
- PSOE
- Mareas negras
- Seguridad vial
- Legislaturas políticas
- Contaminación marítima
- Ministerios
- Galicia
- Catástrofes
- Partidos políticos
- Desastres
- Contaminación
- Tráfico
- Política autonómica
- Comunidades autónomas
- Gobierno
- Problemas ambientales
- Sucesos
- Administración autonómica
- Transporte
- Administración Estado
- Administración pública