El Barça ajusta cuentas con el Deportivo
Los azulgrana Xavi y Eto'o remontan un gol de Fran en un partido muy peleado
Paralizado en Riazor, el Deportivo acabó por perderse también en campo ajeno. La rutina le animaba precisamente a confiar en el Camp Nou como un escenario propicio para remontar el vuelo. El barcelonismo le tiene un miedo reverencial a las visitas del equipo de Irureta. Y por momentos pareció que podía darse el cuarto fiasco azulgrana en cinco años porque los blanquiazules pelearon por el partido de anoche más que por cualquier otro del campeonato. A la hora de pasar cuentas, sin embargo, el Barça pesó más que el Deportivo. El resultado, en cualquier caso, expresa fielmente el tono incierto que tuvo la contienda por mucha ventaja que tomaran los barcelonistas en la mayoría de las jugadas. Al fin y al cabo del encuentro entre el mejor Barça y el peor Deportivo difícilmente podía aguardarse otro marcador.
BARCELONA 2 - DEPORTIVO 1
Barcelona: Valdés; Belletti (Gerard, m.89), Puyol, Oleguer, Gio; Xavi, Márquez, Deco; Giuly (Iniesta, m.71), Eto´o (Larsson, m.78) y Ronaldinho.
Deportivo: Molina; Manuel Pablo, Romero, Pablo Amo, Capdevila; Scaloni, Sergio; Munitis, Valerón, Fran (Changui, m.84) ; y Diego Tristán (Luque, m.58)
Goles: 0-1, M.6. Munitis supera a Gio, centra desde la derecha, Márquez despeja con la cabeza hacia atrás y Fran recoge el rechace y empalma a la red.
1-1, M.22. Márquez tira una falta en profundidad hacia Belletti que tira el pase de la muerte hacia Xavi que marca.
2-1. M.34. Tras una larga jugada, Márquez pasa a Giuly que se aprovecha de un error de Capdevila para asistir a Eto'o que marca.
Árbitro: Medina Catalejo. Andaluz. Amonestó a Fran, Munitis, Scaloni
81.294 espectadores. Antes del partido, salieron a saludar desde el césped los miembros de la selección catalana de hockey sobre patines.
Aunque una alineación en la que forme Fran no puede ser otra que la del Deportivo, no fue fácil identificar ayer al equipo coruñés en el Camp Nou. Entre los ausentes y los suplentes, llevó un tiempo plantar en la cancha el once inicial que cantó Irureta, signo inequívoco de la inestabilidad por la que pasa el club de Lendoiro y sobre todo de los rifi-rafe que se han visto durante la semana en el campo de entrenamiento. De la terapia de grupo, el técnico pasó a la de choque: prefirió un lateral zurdo (Romero) a un central (Andrade) para cerrar y colocó a un diestro en la izquierda (Munitis) para abrir la defensa azulgrana en detrimento de los internacionales Víctor y Luque, que calentaron banquillo.
El plan de Irureta funcionó tan bien en ataque como mal en defensa. El Deportivo se desplegó estupendamente por las bandas, sobre todo por el flanco de Munitis, que le cogió la espalda a menudo a Van Bronckhorst, y por el contrario no encontró remedio a las maniobras de Eto´o, Giuly y Ronaldinho. Los azulgrana tardaron poco más de media hora en remontar el gol de Fran, que se sacó una volea con la derecha inalcanzable para Valdés desde el callejón del 10 después de un centro previo de Munitis mal defendido por el Barça. Especialmente valiente en la presión y muy vertical en la transición, el equipo blanquiazul exigió como ningún otro a los zagueros barcelonistas.
Al Deportivo le perdió justamente su falta de atención y contundencia en la última línea, muy liviana frente al oleaje que provocan los medios y delanteros azulgrana. Xavi empató a la salida de una falta pícaramente sacada por Márquez ante la benevolencia de la barrera y muy bien jugada por Belletti, que profundizó hasta poder tirar un centro tan guapo que era gol o gol. El remonte lo firmó poco después Eto'o, que desde su debut le tiene tomadas las medidas a la portería de Molina: siete goles en diez partidos. La lucidez del guardameta, certero en los mano a mano, le permitió al Deportivo insistir en su fútbol por las alas, en oxigenar las bandas, y ganarse el respeto azulgrana. Jugó el Barça muy a menudo con el retrovisor puesto y también demasiado acelerado. Le costó encontrar el punto al partido después que las diagonales de Giuly, un futbolista excelente en el juego de desmarque sin balón, y los regates de Eto´o le garantizaran munición de sobras para cerrar la contienda antes de hora.
Aunque siempre procuró tener la pelota y no desmayó en el entrejuego, el Barça tuvo ciertos problemas en las dos áreas y se calentó demasiado con el intervencionismo del colegiado, que enredó y mucho, especialmente para el gusto del público. Pese a que Valerón languidece de mala manera, Tristán apretó a Puyol y le obligó a un cuerpo a cuerpo interesante por la valentía de uno y la destreza del otro. Irureta fue cargando al equipo con el paso del tiempo y la entrada de Luque y Víctor agrandó su poder intimidatorio. Tiritaba el Barcelona en más de un córner y no atinaba a sentenciar pese al dominio que ejercía del choque.
El encuentro se abrió y, aunque partido por la mitad, el Deportivo no desmayó mientras el Barça no paraba de alcanzar el área. Le traicionó nuevamente la falta de puntería para resolver y ahorrarse la tensión que supone jugar con un solo gol de ventaja después de haberse batido el martes con el Milan. Ni uno de los muchos remates que practicaron los azulgrana encontró la portería para suerte del equipo gallego, que siguió dale que te pego hasta que el árbitro dijo basta. Melancólico como está, presa de una enorme tristeza, el Deportivo cayó de pie, con una cierta entereza, dispuesto a defender que se le puede tomar por un equipo envejecido pero nunca por caducado. Embalado como viaja el Barça, ganarle al Deportivo era un asunto capital para su autoestima.
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