Belletti, del gol a la enfermería

Los laterales del Barça fueron ayer la cara y la cruz. Belletti, el derecho, fue un constante peligro para la defensa deportivista. Van Bronckhorst, el izquierdo, no tuvo su día y no se pudo prodigar en ataque porque Munitis se lo impidió. Además, la posición de Ronaldinho como extremo izquierdo -difícilmente defiende- no le ayudó. Mientras que el lateral derecho brasileño se lo pasó en grande -hasta que se lesionó y tuvo que ser retirado en camilla, aunque su dolencia no parece grave-, el holandés mostró gestos reiterados de agobio y apuro.

Y es que el Deportivo de ayer no fue el de siempre. Irureta sorprendió al no alinear a Luque, Andrade y, sobre todo, Víctor. La apuesta de Irureta, de sentar a Víctor en detrimento de Munitis, pareció, de buenas a primeras, arriesgada. Pero el cántabro, cuando apenas habían transcurrido cinco minutos, hizo una gran jugada personal que acabó en el gol de Fran. Parecía que Munitis daba la razón a su técnico. Pero el sustituto de Víctor, al igual que el resto del equipo, fue un ciclón que se apagó a medida que pasaban los minutos. No obstante, Van Bronckhorst, su marcador, se olvidó de doblar a Ronaldinho en las tareas ofensivas. "La verdad", admitió Van Bronckhorst, tras el partido; "es que Munitis ha sido muy inteligente porque ha sabido explotar sus virtudes. Siempre que intentaba subir, él se quedaba arriba, por lo que no podía incorporarme al ataque. Además, como es tan rápido, si doblaba a Ronaldinho dejaba la defensa demasiado desprovista. Realmente, considero que es un jugador muy peligroso".

Damià como sustituto

Belletti, el otro lateral, eludió los agobios defensivos con sus internadas ofensivas. El brasileño volvió a demostrar que juega para atacar. Es la mentalidad de este Barça y así lo define reiteradamente Rijkaard: "Prefiero que se ocupen de defendernos a que lo hagamos nosotros". En una de esas acciones, en una falta que pilló por sorpresa al Deportivo, Belletti recibió el cuero de Márquez y centró, desquitándose así de las críticas que últimamente recaen sobre su persona, con gran precisión para que Xavi rematara a placer y empatar el partido. Pero para su infortunio, acabó lesionándose. Ahí, en el césped, todos se esperaron lo peor, pues sus gestos de dolor eran muy ostensibles.

Parecía que el fantasma de las lesiones que han sufrido los jugadores del Barça volvía a presentarse en el Camp Nou. Finalmente, el parte médico calmó los peores presagios: esguince en el ligamento lateral externo del tobillo izquierdo -aunque hoy se le practicarán nuevas pruebas-, circunstancia que le puede apartar del equipo durante unos 15 días y, por tanto, Damià -lateral que debutó en San Mamés- podría ser titular el domingo en el campo del Betis.

Con su tanto de ayer, Eto'o suma nueve en la Liga y se afianza como pichichi, con tres goles por delante de David Villa, del Zaragoza. Los registros del delantero azulgrana han superado cualquier expectativa y se acerca ya, al menos en la Liga, a la media de un gol por partido. El camerunés, que también goleó al Milan, lleva tres jornadas consecutivas (Osasuna, Athletic y Deportivo) batiendo al portero rival. Ayer, además de Eto'o, marcó Xavi. "Sí", admitió pragmático Rijkaard, "es verdad que hemos tenido más ocasiones que ellos, pero lo importante es haber conseguido un gol más que el rival".

El técnico holandés prefirió quedarse con otras cosas: especialmente con la capacidad de reacción de su equipo que, por segundo día consecutivo -ya le sucedió ante el Milan-, es capaz de sobreponerse a un gol en contra.

Javier Irureta salió del campo diciendo que se sentía "orgulloso" del trabajo de sus jugadores. "Al final", comentó el técnico del Deportivo; "el resultado fue 2-1 y no creo que eso sea estar muy por encima... En todo caso, quiero felicitar al Barcelona por su victoria".