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El alcalde accede a reparar las viviendas afectadas por las obras del Circo Estable

El Ayuntamiento pasará la factura de las reparaciones al culpable de los desperfectos

Soledad Alcaide

"Hemos recibido el informe del Defensor del Pueblo y, aunque no es vinculante, lo vamos a ejecutar al cien por cien". Con estas palabras, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, accedió a terminar ayer con el calvario de unas 400 familias cuyas casas han sido gravemente dañadas por las obras de construcción del Circo Estable, y que venían reclamando al Ayuntamiento que se hiciera responsable de su reparación. El Consistorio se negaba y aducía que los desperfectos eran anteriores al circo y causadas por defectos de cimentación de los edificios.

El miércoles se había notificado a los vecinos el informe del defensor del Pueblo, Enrique Múgica, en el que se establece "una relación inequívoca" entre la ejecución de las obras del circo y las grietas de las viviendas -próximas a la glorieta de Atocha- y en el que sugiere al alcalde que "ordene la incoación de oficio de un procedimiento de responsabilidad patrimonial".

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Aunque el dictamen de Múgica no es vinculante, Gallardón afirmó que sí lo es como "decisión política", puesto que el Defensor del Pueblo, que "se caracteriza por su objetividad y ecuanimidad", ha llegado a la conclusión de que hay una relación directa "entre una obra municipal y los desperfectos".

Por la mañana, los vecinos de la calle José Antonio de Armona, donde están afectados los edificios de los números 8 a 12, habían recibido la visita de la portavoz socialista en el Ayuntamiento, Trinidad Jiménez. Tras el anuncio del alcalde, recibieron la noticia con incredulidad: "Lo queremos por escrito, porque las palabras se las lleva el aire", decía Charo Miguel, vecina del número 12 de esa calle. "No dudamos de su palabra, pero...".La hija de Charo Miguel y Joaquín Perejón duerme desde el año pasado con tres puntales a la altura de su cabeza. Su hijo ha tenido que abandonar su dormitorio, que ha quedado clausurado, porque allí los técnicos instalaron 11 puntales y, más tarde, pronosticaron que la pared del fondo podía caerse cualquier día. "No sabe la tristeza que le da a una madre tener que prepararle la cama a su hijo en el salón", se lamentaba ayer por la mañana.

Pero no es sólo la inseguridad: desde las navidades pasadas esta familia no puede cerrar del todo las ventanas de los dormitorios y el cuarto de estar, que han perdido luz exterior porque los andamios instalados en el patio interior del edificio la tapan, y tampoco pueden tender la ropa de ventana a ventana porque éstas han quedado clausuradas.

Su caso es un ejemplo de lo que les ha sucedido también a otros vecinos de las calles de José Antonio Armona, la ronda de Atocha y la de Sebastián Elcano, toda una manzana afectada por las obras del Circo Estable. "Nosotros no nos hemos querido ir por no dejar las casas vacías", explicaba el marido, Joaquín Perejón. "Pero en este edifico hay seis vecinos fuera desde el 23 de diciembre pasado".

Derrama de 300 euros

Y lo peor han sido los gastos para impedir que sus casas se vinieran abajo. En la comunidad de su edificio, el número 12 de la calle de José Antonio Armona, hay una derrama mensual de 300 euros. Con ella, explica Milagros Aparicio, vicepresidenta de la Asociación Afectados del Circo Estable y propietaria de la tienda que hay en uno de los bajos de ese número, se pagaron los alrededor de 132.000 euros que costó poner pilares en todo el edificio y cuyo alquiler les cuesta además 12.000 euros mensuales.

Además, la comunidad de vecinos se ha hecho cargo del alquiler de los seis inquilinos que tuvieron que abandonar sus pisos. "Hace 10 meses que tuve que salir", cuenta Ignacio André, que vivía en el sexto izquierda. Él ha podido irse a casa de una vecina, porque asegura que su pensión asciende a 563 euros. "¿Cómo puedo yo pagar la derrama así?", planteaba ayer. "¡Y que mientras, el señor Ruiz-Gallardón traslade su despacho al Palacio de Correos...!", apostillaba Carmen Blanco, la vecina con la que se aloja.

La vicepresidenta de la asociación calcula que, además del coste de los puntales, hay mucho más dinero gastado en obras de reparación, arquitectos, abogados... "Estamos pagando como si viviéramos en pisos de lujo, cuando son casas modestas, sin piscina", dijo con retranca. Ella calcula que sólo en su edificio habrán desembolsado unos 2,4 millones de euros. "Contando al resto de edificios de la calle, serán como unos seis millones de euros", apuntó.

Alfonso Calvo, que vive en el cuarto izquierda C de su mismo edificio, explicaba: "Yo soy uno de los pocos vecinos que no tiene absolutamente nada en su casa, porque es de las pocas que no dan al circo. Pero el arreglo de la casa me salía a 42.000 euros. Precisamente el valor catastral de la mayoría de estas casas, según Milagros Aparicio.

Ayer, cuando conocieron la noticia de que el alcalde aceptaba hacerse cargo de las reparaciones de sus casas, los vecinos acogían la noticia con incredulidad. "Que nos dejen las casas como estaban en 2002", decía Charo Miguel. "Aquí hay vecinos que lo están pasando tan mal, que están comiendo en Cáritas. Y a algunos les paga la Iglesia la derrama, para que ellos puedan hacerse cargo de la luz, el agua y el teléfono".

El PSOE, satisfecho

Por la mañana, la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Trinidad Jiménez, se había congratulado de que el Defensor del Pueblo dictara un informe favorable a las reclamaciones vecinales. "Por fin una administración pública ha decidido ser sensible", afirmó. "Vamos a llevar de nuevo al pleno una proposición para que el alcalde se haga cargo y sufrague los gastos que ha ocasionado".

No había pasado ni una hora de esta declaración, cuando se produjo el anuncio del alcalde. "El trabajo del Defensor del Pueblo nos vincula moral y políticamente", afirmó. "Vamos a anticipar los pagos necesarios a los vecinos, aunque el Ayuntamiento se reserva el derecho a repercutir los gastos sobre quien resulte responsable. Si esas casas estaban en mal estado antes, se deberían haber ejecutado, como corresponde al casco histórico".

El Ayuntamiento decidió abrir ayer un procedimiento de responsabilidad patrimonial que determine quién es el culpable final de los destrozos.

La portavoz socialista aplaudió su decisión. "Pero llevamos más de un año con esto. Lo hemos llevado al pleno cuatro veces y siempre se han negado a aceptar su responsabilidad", matizó. "Es una satisfacción enorme que la gente tenga la sensación de que los políticos servimos para algo", agregó.

La semana pasada, tras la visita de Rafael Simancas, portavoz socialista en la Asamblea, a las viviendas afectadas, la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez (PP), declaró que la situación se debía "mayoritariamente a la mala cimentación de los edificios desde su construcción". Y añadió: "El PSOE se ha puesto de parte de los vecinos, y no del Ayuntamiento, lo que puede producir un grave perjuicio a las arcas municipales".

Charo Miguel, en una habitación de su casa, apuntalada a causa de las grietas.
Charo Miguel, en una habitación de su casa, apuntalada a causa de las grietas.CRISTÓBAL MANUEL

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Sobre la firma

Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 

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