Una ONG acusa a EE UU de perder pruebas clave contra Sadam
Human Rights Watch teme que el ex dictador no pueda ser juzgado
Un informe hecho público ayer revela que han sido destruidas numerosas pruebas fundamentales para juzgar por genocidio a Sadam Husein. La organización Human Rights Watch (HRW) critica la negligencia de las tropas de EE UU, que han permitido que se perdieran documentos y restos humanos necesarios en el juicio que debe realizarse pronto contra el ex dictador iraquí. El informe expresa "serias dudas" de que sin este material el tribunal iraquí sea capaz de emitir un veredicto que se ajuste a los crímenes cometidos.
La organización de derechos humanos, con sede en Nueva York, lamenta también que las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos no protegieran debidamente las fosas comunes halladas en distintas partes del país tras la caída del régimen baazista y dejasen a los familiares que se llevaran restos sin tener seguridad de que fuesen los de sus seres queridos. Según HRW, no se hizo la debida exhumación y clasificación de los restos encontrados.
"En el caos que siguió a la caída de Bagdad, el 9 de abril de 2003, las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos, los grupos de la oposición iraquí e individuos se hicieron con cientos de miles de documentos de los edificios gubernamentales iraquíes, de la sede del Partido Baaz y de las oficinas de los servicios de información y del Ejército", señala el informe elaborado durante el pasado febrero en Bagdad y cuatro provincias del norte de Irak. Los investigadores de la organización de derechos humanos que lo realizaron indican que encontraron "importantes documentos" diseminados por escuelas y casas privadas, entre otros lugares.
HRW sostiene que para evaluar la pesadilla que fueron los 35 años de gobierno del Baaz y juzgar a Sadam Husein y a los responsables de practicar los más odiosos crímenes contra la humanidad era vital la protección de todas las pruebas ahora perdidas, aunque señala que "aún no es tarde" para proteger otros millones de documentos y testimonios.
Precisamente, lo que HRW pretende es hacer un llamamiento a las autoridades provisionales iraquíes y a las tropas de la coalición para que presten una "urgente atención" a todos los materiales que tienen un valor de testimonio, lo que no sólo servirá en el juicio sino también para ayudar a los iraquíes a documentar "la traumática experiencia" del Gobierno del Baaz.
MSF se retira de Irak
Por otra parte, la también ONG Médicos Sin Fronteras (MSF)anunció ayer que se retira "indefinidamente" de Irak debido al "riesgo extremo" que sufren sus equipos tanto nacionales como internacionales. Según Amanda Sans, portavoz en España de MSF, en las actuales circunstancias no se puede trabajar en Irak porque "se pierde más tiempo en evaluar la seguridad que en ofrecer ayuda a la población".
"La situación es insostenible", señala al indicar que "ni la insurgencia, ni las fuerzas de la coalición respetan el trabajo independiente y la neutralidad de esta organización humanitaria". Sans subraya que hay numerosos hospitales ocupados en los que se prohíbe el acceso a la población civil y no se admite el trabajo de MSF.
El equipo internacional de MSF fue evacuado de Irak a Jordania hace meses cuando se convirtió en "objetivo de secuestros o ataques", pero la persistente inseguridad ha obligado a la organización a suspender también las actividades de sus equipos iraquíes. MSF, presente en el país desde diciembre de 2002, trata ahora de traspasar sus tres clínicas -que se encuentran en el conflictivo barrio chií de Ciudad Sáder, donde viven casi dos millones de personas-, sus ambulancias y todo el material de emergencia a otras organizaciones humanitarias que todavía prosiguen con su trabajo dentro del país. El personal iraquí de MSF ronda las 90 personas.
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